7 Rasgos que definen a una persona “Tóxica”
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La magia de las palabras: el arma letal de una persona tóxica
Rememorando hace un ratito algunas conversaciones eternas entabladas con María Rodríguez, buena amiga y coautora de La Mirilla, me vino a la mente una de sus “teorías” acerca de las palabras que escuchamos y decimos, y el inmenso poder que éstas tienen. Ignoro de qué manga se la sacó esta vez, pero, según ella, las palabras pueden ser “magia blanca” o “magia negra” para quien las recibe. Tanto es así que pueden ensalzarnos y hacernos grandes, (en el primer caso) pero a la vez, pueden empequeñecernos, y convertirnos en seres diminutos… (en el segundo). Muy buena teoría metafórica, tremendamente certera a mi parecer, y apropiadísima para hablar del tema que hoy nos ocupa: la persona tóxica.
Y bueno, partiendo de la base de que hay personas, y personas… se hace necesario discriminar entre las que nos proporcionan bienestar con su “magia blanca” y de las que se puede aprender mucho, y las que te atrapan en sus redes manipuladoras de abundante “magia negra” sin apenas darte cuenta. Hablamos aquí de las llamadas personas “tóxicas”. De las que se puede aprender también, claro que sí, pero que, a la vez, hay que saber distinguir, para evitar males mayores a futuro.
En una primera aproximación podríamos decir que las personas tóxicas, como digo, dispensan “magia negra” a manos llenas con sus palabras, usándolas indiscriminadamente para causar daño, provocar miedos, cultivar amarguras o generar incluso lágrimas sin ningún objetivo real, más allá de su propio beneficio, disfrute o desahogo propio, llenando por ende su propio interior innecesariamente con problemas, hábitos y actitudes negativas que proyectan en la persona con la que interactúan y que, conscientes o no de ello, no llevan a nada bueno.
Pero… ¿cómo distinguirlas? Veamos a continuación algunas características que definen a este tipo de personalidades.
1. Son egocéntricas
Las personas tóxicas hablan continuamente y hasta el cansancio de sí mismas, olvidando a los que tienen a su alrededor para alimentar inconscientemente su ego, que necesita ser protagonista en cualquier momento o circunstancia.
2. Tienen una visión pesimista de las cosas
Rasgo típico de una persona tóxica es que siempre se está quejando, criticando y viendo el lado oscuro a todo lo que se les propone. Fácilmente reconocibles.
3. Ocupan el rol de víctimas
Si ves que alguien de tu entorno asume rápidamente el papel de víctima en cualquier conversación convirtiéndose en centro de atención constantemente, enciende todas tus alarmas, podrías estar ante una persona tóxica.
4. No tienen conciencia de sí mismas
Parecido al punto anterior en el sentido de que “van de víctimas”. No se paran a analizar las situaciones que ellos mismos generan, con lo cual no controlan su propia existencia y por tanto, lo más probable es que no tengan sana consciencia, por eso no se dan cuenta de si con sus actos están causando daño o perjuicio a su alrededor.
5. Son envidiosas
Rasgo característico de una persona tóxica es la envidia, los celos y hasta la soberbia que desprende en sus acciones y palabras sin otro propósito que robar la energía de los demás y alimentarse de ella como si fueran auténticos vampiros emocionales.
6. No son felices
Las personas tóxicas viven en un estado permanente de infelicidad ya que su forma de pensar y actuar les impide vivir en paz y en armonía con los que le rodean y con su entorno.
7. No se alegran de los logros de los demás
Al ser personas que sienten y padecen de envidia en vena, jamás van a alegrarse con las alegrías de las personas que quiere, ya que internamente, viven siempre pendiente de sus propias carencias.