Día del abuelo

El día de los abuelos es una festividad promovida tradicionalmente en España, se celebra el 26 de Julio y su día no ha sido elegido al azar, se ha hecho coincidir con San Joaquín y Santa Ana, los abuelos de Jesús.

“Un abuelo es alguien con plata en su cabello y oro en su corazón.”

Aprovechando su día, hoy voy a hablar de los míos.

Puedo decir que he tenido la enorme suerte de tener cinco abuelos…Tuve un abuelo al que no conocí, pero sé, que era una persona adelantada a su tiempo, que era de Garachico y que le gustaba mucho pescar. Sé que al poco de conocer a mi abuela le dijo: ¡Tú vas a ser la madre de mis hijos! y lo cumplió.

A mi abuela sus ojos no le permitieron verme, pero, aun así, esos ojos esmeralda, podían ver con el corazón. A ella la vida la puso a prueba más de una vez, y más de dos, pero siempre resurgió. Yo era su “secretaria», ella siempre velaba por mí, daba todo lo que tenía, y lo que no también. Estoy orgullosa de que su nombre vaya conmigo. Mi abuela venía en pack con su hermana, mi tía—abuela, (eran dos por el precio de una) ¡la pareja perfecta, la mejor cocinera que podía existir! Ella era tía, abuela y hermana, atenta y cariñosa, teníamos nuestro lenguaje idiosincrásico y siempre me llevó de la mano. Mi quinta estrella.

Mi otro abuelo era un hombre tranquilo, sereno y trabajador hasta el final, al que también le gustaba pescar y el fútbol. Él continuamente paraba su mundo para ir al mío y nada se lo impedía. Siempre venía de la mano con mi abuela, porque cuando la vida los juntó, ya nunca los separó. Mi abuela era nerviosa y algo impaciente, no le gustaba estar mucho tiempo en un sitio. Era la reina de las sopas de letras. Y su corazón se rompió cuando el de mi abuelo se paró. Con ella aprendí que se puede morir de amor…

El escritor Alex Haley dijo que: “Nadie puede hacer por los niños lo que hacen los abuelos, salpican una especie de polvo de estrellas sobre sus vidas.”

Yo tengo que decir que la vida me los quitó muy pronto y en muy poco tiempo, pero hoy los recuerdo y sonrío, porque el dolor de haberlos perdido no me quita la alegría de haberlos tenido. Sé que siempre voy a tener cinco estrellas en mi vida.

Llevo tu corazón conmigo (A, O, R, P, S)