Alberto Cortez. Muere el artista, queda su obra.

Ayer recibimos una mala noticia los amantes de lo sencillo. «En un rincón del alma» uno llora en silencio «Cuando un amigo se va». Dicen que una hemorragia gástrica le paró el corazón. Tenía el Señor Cortez 79 años, y aun muchas cosas por hacer.

Ignoraba La Pampa que en aquel 1940 un hijo de su tierra, José Alberto García Gallo, iba a ser un grande de la música. Y Facundo Cabral, otro argentino sencillo, ¿pudo atisbar ese filósofo, escritor, cantautor, poeta, que seguiría sus pasos otro hijo de la tierra, otro cantor del sentimiento? Y el padre, el progenitor de Alberto, ¿pudo imaginar ese hombre las miles de veces que aquella canción que su hijo le compusiera iba a ser cantada por el pueblo?…

«Cuando un amigo se va, queda un espacio vacío que no lo puede llenar la llegada de otro amigo»

Y Madrid, ¿sospechó Madrid un amor tan fiel con un hijo de La Argentina, con madrileño de derecho?

«Amo Madrid como si hubiese nacido en su seno. Tanto como si por arte de magia fuera yo un sobreviviente, héroe del dos de mayo, es decir, gato gato, o fuera yo el Pichi o el Felipe de mi vida»

Alberto Cortez no solo compuso y cantó la sencillez de la vida. El cantautor poeta escribió varios libros e hizo sus pinitos en el cine con dos películas. Se atrevió aquel cantor de momentos a «musicar» poemas de Machado. En «Un rincón del alma» cantó con estela Machado. «En buena compañía» grabó con la señora María Dolores Pradera… Mercedes Sosa, Ricardo Arjona, Mike Rivas, Joan Manuel Serrat…

Siempre quedarán sus canciones, su sonsonete, su cariz. Y es que Alberto Cortez deja una huella imborrable en los corazones de la gente sencilla como él mismo lo fue…

Qué mejor homenaje que escuchar sus canciones el día que nos deja…Gracias Alberto por animarnos a inventar castillos en el aire.