Berthold Woltze pintando escenas de vida
Berthold Woltze, pintando escenas de vida
Berthold Woltze vino a este mundo para dejar su huella a través de los trazos de un pincel. Y es que sus lienzos de escenas de vida cotidiana parecen tomar vida al mirarlos.
Poco se puede decir de él, de su vida, de sus cosas… Sin embargo, se podría decir que sus retratos y sus escenas tienen algo que las hace diferentes. Que las distingue del resto. El detalle que le imprime a cada trazo convierte a sus obras en pura «literatura». Sí, leen bien: «literatura». Como cuando te introduces de lleno en cada página, en cada letra de un libro, y vives su trama, sus historias, sus personajes, los haces tuyos,… Eso mismo ocurre con las pinturas de Berthold. Las observas apenas unos segundos y te conviertes en parte integrante de la escena, te internas en el cuadro, eres parte de él…
Un virtuoso del detalle
Este ilustrador de momentos de vida con el pincel, nació en Alemania en Agosto de 1829. Y en su trayectoria de vida fue, además de pintor, profesor de arte. Tiene el virtuosismo de los pintores detallistas, aquellos que buscan reflejar en sus trazos la realidad más de lo que ven.
Y es que mirando la obra del señor Woltze uno adivina el sentimiento que se vive en la acción pintada en los cuadros. En las facciones de la cara, e incluso en los gestos del cuerpo, se hace uno la composición del momento. El culmen de cualquier pintor: transmitir con los trazos el sentido de su obra. Berthold parece que consigue ese fin, ya que sus personajes contagian a los ojos de quien los observa, sus propias vivencias, sus sensaciones.
Imagenes: Wikimedia Commons