Trazos de personalidad inspirados por el ADN artístico del señor Dale Chihuly, un prodigioso del vidrio soplado para fines placenteros, un regalo a la humanidad. No hay obra perfecta ni imperfecta, hay simplemente una obra, como esta que hoy traemos, Chihuly Garden and Glass. La inventiva original fidedigna no brota del recuerdo, más bien de la conciencia, de ser presencia creativa. Porque el arte no se copia, se inventa, nace de los adentros , original en cada persona. Sale de la espontaneidad, de vaciarse uno y dejar hacer a la imaginación, en un surgir natural del don único.

¿Quién es el autor de la exposición Chihuly Garden and Glass?

Se llama Dale Chihuly, y nació en Tacoma, Washington, Estados Unidos, en el año 1941. Su historia, o lo que de ella se cuenta, no fue fácil en la adolescencia, esa época tan complicada de la vida. Primero muere su hermano en un accidente, y dos años después, cuando Chihuly contaba con 17, también fallece su padre del corazón. El muchacho se arrebató con la vida hasta los 20 años, fue entonces que regresó a los estudios comenzando su aprendizaje en diseño de interiores.  

Creo que Chihuly Garden and Glass se pergeña como un sueño «inconcebido» aún, en la Universidad de Washington. Donde el joven Dale, tras tomar una clase de tejeduría, sintió el impulso de indagar más en el mundo del vidrio. A ese hecho le sumamos su afortunada visita a Europa, donde quedó prendado de las impresionantes vidrieras que por doquier lucían catedrales e iglesias de muchas ciudades. 

Someter el cristal y crear Chihuly Garden and Glass

La técnica que acogería Chihuli sería la del vidrio soplado, algo que nunca siquiera imaginó, ya que no conocía a nadie que le hubiera podido iniciar en esta disciplina. El artista da forma a su obra con un soplete, este funde el vidrio permitiendo esculpir el elemento al antojo. En la exposición del señor Dale vemos varios claros ejemplos de lo modelable del material cristalino. 

Con 24 años y terminados sus primeros estudios de diseño, Chuhuly decidió dedicarse de lleno al vidrio soplado. Para ello se sacó varias maestrías en bellas artes, abordando conocimientos en el campo de la escultura, como vemos en su exposición Chihuly Garden and Glass, escultura aplicada al cristal. Añadió los viajes por todo el mundo para adquirir conocimientos, convirtiéndose en un virtuoso del cristal soplado. 

El desafortunado accidente de Chihuli 

Fue en uno de aquellos viajes, cuando visitaba el Reino Unido, que el autor de Chihuly Garden and Glass, sufriera un terrible accidente de trafico. El artista perdió un ojo, lo que marcaría un antes y un después en su prometedora vida. La perdida de visión le impedía claramente realizar su arte. Pero no crean que esta fatal circunstancia desanimó al escultor, le hizo replantearse su vida, y cambiar el rumbo de la misma, pero no la dirección.

El señor Chihuly había seguido siempre sin dudar su sueño, regalar al mundo ese don artístico que tiene para el cristal soplado. Lo que hizo con su problema, la pérdida en la percepción de profundidad al no tener uno de sus ojos, fue sustituir su carencia por la mayor agudeza visual de su equipo. Y seguir adelante creando arte, hasta ser considerado uno de los mejores virtuosos del cristal soplado.