Hoy, 16 de Noviembre, celebramos el Día Internacional para la Tolerancia. Y es que, casi a diario asistimos impertérritos a un escenario mundial donde palabras como «xenofobia», «discriminación», «homofobia»,… se instalan en nuestras retinas de forma irremediable. Pareciera como si la humanidad se hubiera vuelto más intolerante. Se rechaza al «diferente» sin darnos cuenta de que, por definición, el individuo como tal, lo es.  

Ser diferente no es malo. Lo que es realmente malo, son los prejuicios que se crean alrededor de aquellas personas que realizan acciones que no conocemos o entendemos por creencias religiosas, culturales o de género.

Y es esto precisamente lo que justifica un día como este. Un día en que el mundo toma conciencia. Un día en el que se desarrollan acciones encaminadas a concienciar y actuar contra estos prejuicios. Un día en que la tolerancia y el respeto cobran importancia.

¿Qué es la tolerancia?

Para el término que nos atañe, el diccionario de la RAE tiene varias acepciones.

• «Respeto a las ideas, creencias o prácticas de los demás cuando son diferentes o contrarias a las propias».
• «Reconocimiento de la inmunidad política para quienes profesan religiones distintas de la admitida oficialmente».

El concepto está claro. La tolerancia se viene a referir a la actitud que mostramos cuando se nos presenta ante nosotros algo que es diferente, algo que es distinto a lo que representan nuestros propios valores. Y no hablamos de indiferencia o negación de los valores del otro. Muy al contrario. La tolerancia implica sobre todo, respeto, y en cualquier caso, apertura, comprensión y entendimiento de esos valores.

¿Porqué un día para la Tolerancia?

No cabe duda que el pilar fundamental donde se asientan las bases de la paz y la reconciliación entre los pueblos del mundo es la tolerancia. Y en estos tiempos que vivimos, en que asistimos a tantos cambios vertiginosos las acciones para fomentarla se vuelven especialmente necesarias. Es por ello por lo que la UNESCO, el 16 de Noviembre de 1995 toma conciencia real de la necesidad de adoptar medidas claves para impulsarla y se firma la Declaración de Principios Básicos sobre la Tolerancia. De ahí esta efeméride que celebramos hoy. Un día más que justificado para conmemorar esta Declaración.

La Declaración de principios Básicos sobre la Tolerancia

«La tolerancia consiste en el respeto, la aceptación y el aprecio de la rica diversidad de las culturas de nuestro mundo, de nuestras formas de expresión y medios de ser humanos. La fomentan el conocimiento, la actitud de apertura, la comunicación y la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión. La tolerancia consiste en la armonía en la diferencia. No es sólo un deber moral, sino además una exigencia política y jurídica. La tolerancia, la virtud que hace posible la paz, contribuye a sustituir la cultura de guerra por la cultura de paz».

Con estas palabras se recoge la tolerancia en la Declaración de 1995. Desde luego un documento que pretende ser algo más que una mera declaración de intenciones sobre ella. En el texto se refiere a la tolerancia no como una actitud indiferente o condescendiente ante lo diferente. Se trata más de una actitud proactiva, de respeto a los derechos universales, a las creencias, culturas y opiniones de los otros y a su vez, se le reconoce en el mismo documento, estatus de «derecho» inalienable, inherente al ser humano.

La educación como base de la tolerancia

Si hay algo que hay que tener claro respecto a la tolerancia es que la clave está en la educación. La educación en valores desde la infancia es quizá el arma más poderosa que tiene cada sociedad, cada Estado, para lograr ciudadanos tolerantes en el futuro. Seres humanos que sean capaces de vivir y convivir, respetando los derechos y las libertades fundamentales de los otros. Por tanto, desde esta Mirilla, aludimos a la educación como elemento imprescindible hacia la que deben dirigirse las políticas de todos y cada uno de los gobernantes mundiales. Sólo así, las nuevas generaciones podrán cambiar el panorama al que asistimos hoy, por nuevos escenarios de convivencia en armonía, respeto y tolerancia.

Frases para reflexionar sobre la tolerancia

«Trata a los demás como querrías que te trataran a ti».(Regla de oro de la ética)

«El mayor resultado de la educación es la tolerancia». Helen Keller (1880-1968). Escritora y activista política estadounidense.

«Hay un límite en que la tolerancia deja de ser virtud». (Edmund Burke (1729-1797). Político y escritor británico-irlandés.)

«Debemos reclamar, en nombre de la tolerancia, el derecho a no tolerar a los intolerantes». Karl Popper (1902-1994). Filósofo austriaco-británico.

«La tolerancia es la mejor religión». Victor Hugo (1802-1885). Escritor y poeta francés.

«El único y verdadero espíritu de tolerancia consiste en tolerar conscientemente la mutua intolerancia». Samuel Taylor Coleridge (1772-1834). Poeta inglés.

«Si no podemos poner fin a nuestras diferencias, contribuyamos a que el mundo sea un lugar apto para ellas». John Fitzgerald Kennedy (1917-1963). 35.º presidente de los Estados Unidos.

«Puesto que yo soy imperfecto y necesito la tolerancia y la bondad de los demás, también he de tolerar los defectos del mundo hasta que pueda encontrar el secreto que me permita ponerles remedio». Gandhi (1869-1948). Abogado, político y pensador indio.