Hoy, como ya sabrán, es el Día Mundial del Paciente Trasplantado. Y por supuesto, para que hayan trasplantados tiene que haber donantes. ¿Nunca se han parado a pensar en el tremendo gesto de solidaridad humana que es donar tus órganos?

La fina línea que domina el miedo entre la muerte y la vida

Tengo una amiga que no quiere saber nada del tema. Nunca se haría donante porque dice que en el caso de que estuviera terminal, ella valdría más muerta que viva, y alega que mientras hay latido existe esperanza… Probablemente mi amiga exagera y seguramente ustedes pensarán como yo. Bueno, o no. Yo nunca tuve una experiencia vital que diera la razón a la tesis de mi amiga, pero quizá alguien de ustedes sí.

Coincidirán conmigo en que si no hubiera donantes no habrían tantas vidas salvadas con sus nuevos órganos. Niños, jóvenes, personas maduras, de todas las edades y sexos,… están viviendo una larga vida gracias a la generosidad de otros seres humanos ya fallecidos.

«El ser humano vive condicionado por muchos miedos y el hacerse donante seguramente participa de muchos de ellos.»

Sea como fuera muchas personas se cuestionan el hacerse donante en base a muchos miedos, y no estamos hablando de la donación de vivo a vivo, que parece que entraña un poco más de riesgos. Hablo de la donación cuando tu cuerpo ya no tiene vida. O cuando aún teniendo latido ya se sabe que no hay vuelta atrás y se desconecta a la persona. Pues eso, que el ser humano tiene muchos temores y el hacerse donante es un gesto muy valiente. Y por otra parte está el complemento a esta acción humana de donar vida.

Creando conciencia en el Día Mundial del Paciente Trasplantado

En un día como el de hoy, Día Mundial del Paciente Trasplantado, la red de donación y trasplantes se afana  en el fortalecimiento de una cultura de toda la ciudadanía en pro de la donación de órganos. Se ponen en escena campañas de información, de concienciación,… que buscan concienciar a la sociedad para que hagan este maravillosos regalo de vida a todos esos seres humanos que están a la espera de que aparezca un órgano que devuelva una vida plena a su vida ajada.

Como dato curioso decir que las mujeres donan más que los hombres, y sin embargo, éstos son mayoría entre las personas trasplantadas. Y España puede presumir de que mantiene su hegemonía mundial en trasplantes y donación de órganos. 

¿Quién puede ser donante?

Toda persona viva o después de muerta, sin importar la edad, el sexo, la etnia o la religión.

¿Qué se puede donar?

Órganos como el corazón, los pulmones, el hígado, los riñones, el páncreas y el intestino. Tejidos como las córneas, la piel, los huesos, los vasos sanguíneos, válvulas cardíacas, cartílagos, tendones y nervios.

En fin, la cosa queda en el tejado de cada uno, y será cada uno quien decida lo que hará con sus órganos después de muerto, incluso con vida. Un saludo y mucho y bueno de esa Vida.

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