Llega el verano, llega el calor.. llega el aire acondicionado

Llega el verano y ya los efectos del calor empiezan a sentirse en todos sitios. El calor empieza a sentirse tan sofocante que tanto en hogares, oficinas, tiendas o vehículos se hace insoportable. Llega el momento de desempolvar desde los viejos ventiladores hasta los sofisticados artefactos de aire acondicionado. Veamos porqué nos quedamos sin voz cuando los usamos y algunos consejos para que esto no suceda.

¿Porqué sucede esto?

La causa principal es que exponerse al aire frío que emiten los aparatos, reseca mucho cuello y garganta. Según los expertos, la temperatura ideal en una casa o en un lugar de trabajo nunca debe bajar de los 21ºC aproximadamente. Al parecer lo recomendable es que se sitúe entre 22ºC y 24ºC, no superando nunca los 28ºC. Si nos saltamos a la torera estas indicaciones, estaremos expuestos no sólo a resfriados, faringitis, infecciones respiratorias sino también a afonías o disfonías.

Y eso no es todo, al parecer uno de los peores aires acondicionados y casi el más usado es el del coche. La razón es tan simple como lógica. Nos llega más directo y desde muy cerca. Por eso, lo que se recomienda es mantenerlo siempre por encima de los 22ºC, y disponerlo de forma que se disperse por todo el vehículo, y no que salga directo a nuestra cara. Y bueno, si se pone más frío al principio para romper el bochorno del coche y al poco se regula, mejor que mejor.

Pero la cosa no queda ahí. ¿Qué hay del trabajo? No en vano es el lugar donde más horas del día pasamos, o nuestra propia casa.  

En el trabajo, tendríamos que hidratarnos mucho si pasamos muchas horas expuestos al aire. En casa, hay una mala costumbre que hace que despertemos con la voz ronca, el dormir con el aire acondicionado encendido. No es nada recomendable hacerlo. Mejor siempre un ventilador. La causa es también lógica, y es que durante las horas de sueño la laringe se reseca y no hidratamos la garganta en ningún momento.

Algunos consejos útiles para estar fresquitos y no hacer sufrir nuestra voz 

1. Aprende a programar el aparato de aire acondicionado

Lo ideal es que esté en marcha antes de llegar a casa para que alcance los 24ºC de forma gradual y el cuerpo no sufra un repentino bajón de temperatura.

2. Mantén una temperatura fija

Nunca más baja de 21ºC y en una media de 22-24ºC. Por la noche, la temperatura de confort es de unos 26ºC.

3. Vigila la humedad

La humedad debe estar en torno al 50%. Si es menor, es recomendable poner recipientes con agua y cambiar su contenido a diario. Usar un deshumidificador tampoco estaría mal.

4. Conduce fresquito

En el coche, debido a que la radiación solar es muy directa, se puede consentir que la temperatura baje de 22ºC. Sin embargo nunca dirijas el chorro de aire directamente a los pasajeros, ni a ti.

4. Evita los cambios bruscos de temperatura

El pasar de un espacio con aire acondicionado a otro con temperatura ambiente, como cuando entras de la calle en una tienda, produce uno de los efectos más perjudiciales para la voz. Pero no sólo para ésta. Los cambios bruscos pueden producirnos catarros u otros efectos negativos en nuestra salud.

5. Mantén limpio el aparato según aconseje el fabricante

Límpialo a fondo para impedir el crecimiento de esporas de hongos o bacterias, que causan cefaleas, fatiga, irritación de los ojos y la piel, sequedad de las vías respiratorias superiores y alergias.

6. Prueba a abrir las ventanas

El aire fresco siempre es más limpio que el aire acondicionado. Cuanto más nos acostumbremos a éste último, más se alterará la capacidad de adaptación del cuerpo, lo que provocará sequedad de garganta y serias contracturas musculares.

7. Siempre será mejor un ventilador

Si no tienes aire acondicionado, hazte con un ventilador. El aire en movimiento también refresca, y es más sano.