El Día de la madre un homenaje a la maternidad
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Seguro que habrá quien diga que eso se podría hacer cualquier día, pero me parece este tan bueno como otro. El Día de la Madre, una ocasión para reflexionar sobre el papel tan importante que estas juegan en nuestras vidas. Un momento para agradecerlas por su amor incondicional, su guía y su apoyo constante, y para recordar, como no, los sacrificios que han hecho por nosotros a lo largo de cada historia de vida.
La labor más dificil del mundo ser madre
Nos encontramos ante la labor más difícil del mundo, donde el papel a desarrollar es amor incondicional, sin límites, sin horarios, sin esperar nada. Y a la vez, se debe educar, corregir, guiar, y todo ello desde que nacen y hasta donde la salud de esa madre permita llegar. No es fácil, no se parece a nada, y a nada lo podemos comparar. La figura de una madre es una de las más poderosas y significativas que existe en nuestra sociedad.
Ser madre y ademas tener sueños
Hace unos días volviendo a casa en el coche, escuché en la radio una entrevista que hacían a una madre. Para más señas, la mujer era una deportista de élite que a mitad de su brillante carrera había traído un hijo al mundo. En un momento dado, el periodista le hizo una pregunta, bastante personal, a mí parecer: ¿ha sido tu maternidad lo más valioso de tu vida? Le dijo. Yo ni hubiera contestado, pero aquella mujer no dudó, y respondió: “el tener a mi hijo ha sido tan importante, como algunos otros hechos que se han sucedido a lo largo de mi vida».
Venimos a este mundo a vivir nuestra propia experiencia
Debo reconocer que aquella respuesta me impactó, y no, no crean que por la réplica en sí, más bien por el valor de aquella mujer en comunicar algo que solo una madre puede entender. Y es que venimos a este mundo a vivir nuestra propia experiencia, los hijos forman parte de ella, pero no toda la parte. Pero esa cuestión es imperdonable, porque la sociedad juzga sin piedra ni palo, pero con dureza. Yo me quedé reflexionando, mientras ella aclaraba que no iba a ser más explícita, solo añadió: “amo infinitamente a mi hijo«.
El día de la madre que horganiza su vida para hacerlo todo
La verdad es que la entendí, porque esta madre, puede ser la mejor del mundo, la mejor, o la peor, la peor madre del mundo. Pero eso, creo yo, no lo determina el que esa madre tenga una vida privada, unas vivencias, unas experiencias de vida, en otros aspectos varios, que también la llenen, que la hagan muy feliz.
Es que pudiera parecer, por cómo la han criticado al dar esa respuesta, que tener vida propia, logros personales que lo llenan a uno de momentos únicos por lo extraordinario, no es compatible con ser mamá. Nada más lejos de la realidad, se puede ser madre y bregar por tus sueños, los hombres son padres, y toda la vida lo han compaginado con sus objetivos de vida sin causar horror por ello.
Aspecto de la maternidad
Ser madre es una cuestión personal, no sé si me hago entender, personal, es decir, muy de cada mujer que pare a un nuevo ser. Cada una vive «un poco» a su manera este hecho tan transcendental, y también un poco a la manera de las tradiciones que la rodean, de los prejuicios, de la sociedad que la juzga, de las normas y leyes. Las mujeres gestamos y parimos, y el resto da su opinión.
Es muy complicado el tema, tiene muchos resquicios el asunto, y a una madre se le plantean muchas dudas, muchas culpas y zozobras. Aspectos sin duda que establece una sociedad que opina desde fuera, desde el creer, sin la experiencia del ser. Esto no tiene nada que ver con la protección de los niños, ni con los hombres padres, eso son otros temas. Solo cuestiono el papel de la mujer como gestante y madre, en esta sociedad.
Y como no, en el Día de la Madre conmemorar el hecho maravilloso de traer una vida al mundo
Trae la maternidad muchas cosas buenas, muchísimas, muy buenas. Ríos de tinta que hablan del amor de madre, del amor del hijo. El hecho en sí mismo, es el más transcendental de la vida, traer al mundo a un ser para la continuidad de la especie, casi nada.
Felicidades mamá en el Día de la Madre
Ser madre, un hecho trascendental y magnífico, el valor y la importancia del momento, el amor infinito que le tengo a mi amada hija, a mi amada madre, y lo que siento por ellas. Mi madre sacrificó su vida entera en pro de la de otros, de sus padres y hermanos, y de sus hijos.
¿Eso es el amor más grande, o es que no había, no hay de otra, es acaso lo que manda la tradición? Pues miren, yo creo que es el amor más grande, y desgraciadamente la tradición no ayuda a compaginar ese amor con los sueños de un ser humano que desearía también hacer otras cosas.
Mi madre
Mi madre, ella, es la persona que yo más admiro en la vida, y admiro a muchos seres humanos que me parecen especiales, pero a ella a la más. Se quedó sin padre a los 15 años, y al poco de este hecho terrible, su madre se vio postrada en una cama por un ictus. Era la mayor, sobre ella recayó la responsabilidad de cuatro hermanos y una madre enferma.
Iba a comenzar sus estudios de magisterio, pero se acabó todo eso, ya no pudo seguir estudiando, siquiera seguir siendo una joven. Hubo de emplearse en cuidar a todos, hubo de sacrificar su vida en pro de la de otros. A los 24 se casó con mi padre y a lo largo de su vida tuvo cinco hijos. ¿Oigan, ustedes creen que mi madre, una persona inteligente, culta, con ideas avanzadas a su tiempo, vivió algo de vida personal, pudo optar a logros?
Felicidades en el Día de la Madre a todas las madres
Mi madre murió, por desgracia la muerte nos privó de ella desde hace unos años. Nos toca vivir el día a día sin su presencia, y les aseguro que la echamos mucho de menos. Fue, es, una grandísima mujer, un buen ser humano, pudo haber sido lo que ella hubiera querido, y no dudo de que su respuesta ahora mismo fuera, «ser madre fue lo mejor». La vida de mi madre no fue baladí, nos dejó una herencia invaluable, el amor, el respeto y los valores, el ejemplo, el apoyo, las risas… Nos dejó la esencia de un ser humano único.
Mi madre me hizo sentir especial, y aquel amor de madre tan grande que nombran los más grandes poetas, es una estela a lo lejos, al lado de la luz que desprendían los ojos claros de mi madre. Te quiero má, mucho, para siempre. Gracias por darme la vida, gracias por darme a mi hermana y mis hermanos, gracias. Gracias por esta oportunidad de disfrutar de un mundo extraordinario en el que cada minuto de vida es un regalo invaluable.
Mi felicitación a todas las madres, las que lo son por naturaleza y las que se sienten como tal. Mi respeto más profundo para aquellas mujeres que eligen no ser madres. Mi abrazo apretado y sentido para aquellas mujeres que aun deseando con toda el alma ser madres, la vida no les ha dado la oportunidad.
Un saludo y Buena Vida