El timo del «falso técnico de Microsoft»
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El timo del «falso técnico de Microsoft»
Hoy quiero compartir con ustedes una estafa de la que he sido víctima hace unos días. Y lo hago simplemente para alertar a quien me lea, pues es más fácil picar de lo que parece. Y bueno, lo que se siente luego del engaño, no lo deseo para nadie. Es más, todavía estoy en shock. Una estafa, al parecer uno de los más comunes en España: el timo del «falso técnico de Microsoft».
Así sucedió todo
Recibí una llamada a teléfono fijo de un individuo de acento extranjero, yo diría que chino, aunque no lo aseguro. Se identificó como Técnico de Microsoft Corporation. Era temprano, sobre las 7 de la mañana hora local. Salté de la cama y lo cogí a pesar de la hora, pues por lo temprano pensé que era importante. Y vaya si lo era, pero no para mí.
A priori no desconfié. Es más, detrás de mi interlocutor había ruido y ajetreo. Semejaba una especie de Call Center o centralita en la que los demás «supuestos técnicos» informaban a otros usuarios potenciales víctimas de lo mismo que a mí.
El «supuesto técnico» me indicó que mi ordenador estaba enviando señales de error a Microsoft y que si no los solucionaba el sistema se apagaría irreversiblemente en unas horas. Y me convenció de ello. Vaya si me convenció.
Me dijo que encendiera el ordenador y que ejecutara un comando que el me deletreó identificando cada letra. Y digo que me convenció porque nada más ejecutarlo, mi ordenador desplegó un cuadro de diálogo en el que aparecía una lista interminable de mensajes de error… Caí a pies juntillas.
Descubrí más tarde que esta lista de errores es normal en todos los ordenadores. (Lo que ves es el registro de errores de Windows, si faltan drivers, si el módem se fue, etc. todo aparece ahí). Tarde. Ya no había remedio.
Pues bien, alarmada por tanto error, ya había lanzado su cebo. Y como digo, piqué. Me llevó donde quiso. Me dijo que él intentaría solucionar el error de forma remota y que sus servicios me costarían 5 euros, me lo repitió varias veces. Imposible olvidarme. Me pareció un precio razonable así que accedí.
Interrumpo mi relato aquí para decir que soy usuaria de Microsoft desde hace años. Soy cliente y he adquirido software original a través de su web oficial alguna vez. Hasta ahora, sin ningún problema. Y si lo ha habido, ellos lo han solucionado de forma remota. Con bastante transparencia e informando de todos los pasos que siguen, eso sí.
Y lo digo porque tal vez por eso también accedí. Es mas, el cobro por la suscripción anual a uno de sus productos se renovaba por estas fechas. Para mí era “aparentemente” normal todo lo que estaba ocurriendo en aquella llamada.
Una vez accedí me indicó que debía ir a una web para instalar un visor remoto. Seguí los pasos.
Yo vi como accedía a mi ordenador y como su ratón se desplazaba como Pedro por su casa por mi pantalla. Ejecutó el mismo comando y comprobó cómo, según él, dos hackers, chinos, también según el, habían invadido mi ordenador a pesar del antivirus. ¡Increíble como engañan a uno! Tienen todo aprendido y se saben su papel al dedillo.
En un momento dado, el individuo me avisó de que iba a ver mi pantalla negra, pero que no me asustara, que era normal. También lo repitió varias veces por si yo no lo entendía. Entretanto, me dijo que me iba a dar un número de referencia de la operación. Más razón para no desconfiar. Así que, me empezó a dictar una serie de números y letras deletreando cada dígito con parsimonia, atrayendo mi atención fuera de la pantalla, claro. Y acto seguido, me comunicó que el problema estaba solucionado.
Llegó el momento del pago.
Mi pantalla dejó de ser negra para resurgir de ella un nuevo cuadro de diálogo en el que se me invitaba a poner el IBAN de mi cuenta para hacer la transferencia. Y confieso, lo busqué y se lo di. Me parecía todo muy normal a esas horas en que tenía los ojos todavía casi pegados. Lo que si se es que allí ponía la cantidad claramente: 5 euros. Me aseguré bien antes.
Luego salió otro cuadro que indicaba mi banco y, como si fuera real, la transferencia parecía estar en marcha. Y entre una cosa y otra, pantalla negra. Y yo, adelante. Aún no me explico a mí misma cómo, pero confié.
Sin embargo, ahí no quedó todo, no. El individuo seguía la conversación. En más de una ocasión a lo largo de la llamada me preguntó si tenía otro ordenador en la casa. Y esta vez mi Smartphone era su objetivo. Me explicó que estaba vinculado al ordenador y era necesario actuar sobre ‘el también.
La llamada se estaba alargando demasiado así que le dije que tenía prisa. El insistía en que ya terminaba y soló decía: “yo prisa también señora”. Parece que lo estoy oyendo. Pero yo me estaba empezando a exasperar porque se me hacía realmente tarde para ir al trabajo así que una vez mas, accedí.
Me dijo que instalara una aplicación, también para acceder de forma remota. Recuerdo que no tenia espacio en el móvil así que eliminé otras y le hice hueco. No recuerdo el nombre. Tenía prisa y eso poco importaba. El individuo entró en mi teléfono.
Y a continuación me dijo que me iba a dictar sus señas. Me deletreó, como antes, su “correo de empresa”, letra por letra, dígito por dígito. Pero en esta ocasión yo cerré la aplicación y la desinstalé. No me pregunten por qué. El ordenador, vale. Pero en el teléfono tuve más reparos. Allí había datos, imágenes, conversaciones, teléfonos… cosas que incumbían a otras personas, en definitiva… No sé… pensé mil cosas en un segundo así que la desinstalé al poco.
Esta vez no tuvo mucho tiempo, aunque… Parece que sí lo tuvo, y más que suficiente. Entre lo que me entretuvo dictándome letra por letra y dígito por dígito… (esta vez, la dirección física de la sede de Microsoft desde donde me llamaba) y la prisa que yo tenía… una nebulosa… lo dejé hablando solo y… al poco el mismo colgó la llamada.
Cuando caí en la cuenta del engaño
La pantalla del ordenador había quedado negra tras la llamada. Así que decidí apagarlo completo antes de irme. Cuando llegué al trabajo miré el teléfono y vi que tenía un SMS de mi Banco indicándome que el préstamo que yo había solicitado era correcto. ¡¡Qué préstamo!! (Yo no había solicitado ningún préstamo). No daba crédito.
Llamé inmediatamente al Banco y me dijeron que me personara en mi oficina a la mayor brevedad. Me empecé a volver loca pensado mil cosas. La extraña llamada. Le di mi cuenta…
Enseñándole el SMS a una compañera de confianza del trabajo, fue ella quien se dio cuenta que no sólo había recibido es mensaje esa mañana. Había otro anterior con la clave de confirmación de una transferencia. Ese mensaje yo ni lo había visto. Y autorizaba transferir a otra cuenta la cantidad de 497 euros. Nunca olvidaré esa cantidad. Más loca me volví…la extraña llamada, le di mi cuenta, un timo, caí… yo misma le di acceso…
El poco tiempo que le di acceso a mi teléfono fue suficiente para pillar esa clave que la autorizaba a transferir lo que quiso… Yo no entré al portal del banco esa mañana, ni pasé por cajero, ni hice ninguna transacción consciente más allá de los 5 euros…. Está claro… No puedo culpar a nadie mas que a mí… el «supuesto técnico» me embaucó, hábilmente me enredó, y yo caí. No hay más.
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Pude anular el préstamo esa misma mañana. Aún estoy en proceso para recuperar el dinero. Hice la oportuna denuncia ante la Guardia Civil. Un diez para mi banco. Una impotencia tremenda y una sensación de extraño ahogo por haber caído en la estafa, para mí.
A mí me pasó. Estate alerta. Protégete. Y si caes en él, denuncia.