Así es. Se ganó un merecidísimo puesto en el libro Guinness como la playa de arena más blanca del mundo. Está en Nueva Gales del Sur, concretamente en la Bahía Jervis, a unas dos horas de Sydney. Les presentamos Hyams Beach.

No me digan que con sólo verla no se les antoja hundir sus pies en esas arenas níveas y darse un chapuzón en sus aguas turquesa. La verdad es que no es de extrañar que se encuentre entre los destinos recomendados más increíbles del mundo. Y no sólo eso. La playa está ubicada entre parques nacionales y por ende, su espectacularidad es más visible no sólo por el contraste con los parajes naturales salvajes sino además porque en la fronda puedes encontrarte con todo tipo de animales endémicos. ¡Un auténtico paraíso en suma!

El porqué de esa arena tan blanca en Hiams Beach

Aunque pueda parecer un hito de la propia naturaleza, que no deja nunca de sorprendernos, en esta ocasión no es así. Las arenas de Hyams Beach y de otras regiones de la Bahía Jervis donde tiene parecida tonalidad han sido objeto de numerosos estudios.

Al parecer, la causa del blanco no es meramente natural. Se debe principalmente a que contiene gran cantidad de granito de magnesio. Pero… ¿de dónde sale todo ese granito? Y lo más importante, ¿cómo llegó a parar allí? La respuesta es más sencilla de lo que puede parecer a priori. Los análisis revelan que se desprende de los corales que rodean la costa.  Luego las aguas son las que se encargan de depositarlo en sus arenas. Y como si se tratase de una pincelada mágica, este proceso tan, aparentemente sencillo, nos regala este espectáculo visual.

Mucho más que arena blanca y aguas turquesa

Cierto es que, viendo las imágenes, lo más que impacta a los ojos es esa arena impecablemente blanca. Pero Hyams Beach es mucho más que eso.

Posee un parque marino a su alrededor, que sirve de refugio a delfines, lobos marinos, pingüinos y hasta ballenas jorobadas en migración. Es frecuente ver surcar sus aguas grupos de propios y extraños que realizan visitas guiadas para contemplar en vivo estas especies.

Es de obligada visita los parques nacionales que tiene a su alrededor. El de Jervis Bay y el de Booderee. Impresionantes sus senderos a pie que regalan más mágicas imágenes a la retina del visitante. La gran variedad de aves, la envolvente fronda, las rosellas de colores,… Paseos únicos e irrepetibles para los amantes de la naturaleza.

Y bueno, para los más aventureros, las aguas de Hyams Beach son una perfecta excusa para practicar el snorquel, el buceo, la pesca o el surf de remo. Otra alternativa más en este paraíso natural que disfrutarás con la misma intensidad si te tumbas en la blanca arena, cierras los ojos, abres tus oídos y te pierdes en tus propios parajes perdidos…