La extinción de animales: una cuestión personal

No sé si a ustedes les pasa pero… A veces se me va la mente divagando con temas que no pareciendo personales, en realidad sí que lo son, y mucho.

A diario me enfrento, como todo el mundo, a infinidad de situaciones. Unas veces atañen a mi familia, otras a mi trabajo, a los amigos… Son cosas de mi mundillo personal, temas que no conciernen al resto de la humanidad. Y es que, al igual que a mí no me interesan los asuntos íntimamente mundanos y diarios del resto, a ellos tampoco le conciernen, ni siquiera tienen el mínimo interés, por los míos.

Sin embargo, hay muchos asuntos en que, aun no vinculados a alguien conocido, con algún arraigo personal,… aun no sabiendo uno del resto, de su existencia en la vida, y no teniendo el más mínimo interés, yo por el próximo o este por mí,… aun así, ambos vamos a coincidir. En un mismo pensamiento y deseo que se suceda la mejor de las soluciones para el mismo.

Ellos… y nosotros

¿Ustedes saben lo que es un rinoceronte blanco, verdad? Pues eso, un animal. Un rinoceronte con una característica singular. Tiene un problema pero que muy, muy grave. Y es que no quedan en este planeta más que dos ejemplares de su raza, dos hembras en concreto. En ellas está puesta la esperanza, aunque está muy complicada la cosa. Es el mamífero más amenazado de la Tierra. Les hablo de esta especie, exactamente, porque hace poco tiempo murió el último macho que quedaba, el último, no hay más, se acabó.

Y entonces yo lucubro con el tema, y pienso. ¿Cuántas especies se han extinguido de este planeta? Pues miren para no aburrirles les diré que sólo en los últimos 20 años, dejaron de existir para siempre más de 27 especies mamíferos, y bueno eso no es todo, otras muchas están en camino de lo mismo, no habitar nunca más, desaparecer, como quien no estuvo.

El ser humano, otra suerte de especie

¿Saben lo que somos nosotros, los humanos? Pues ni más ni menos, que otra especie. Bueno, en realidad hay una salvedad importante. Somos un reino evolutivo y depredador hasta la médula. Da lo mismo si por el camino de esa evolución, nos cargamos todo lo que se mueva, y sin vuelta atrás, para eso somos la casta dominante. Para eso tenemos el derecho de razonar cualquier salvajada con la excusa de que la supervivencia nos justifica.

¿Ustedes no creen que este tema de la extinción de especies, es un tema muy personal de cada uno, y a la vez de Todos en conjunto? Yo, y esto es solo mi insignificante opinión, pienso que sí. Por supuesto que nos atañe a Todos… a «Todos». Por una sencilla razón, si Todos no nos preocupamos de frenar esta pérdida de especies, de biodiversidad, se me ocurre pensar que le espera un futuro muy incierto a la humanidad.

Cada vez es más habitual escuchar una especie que se va. En los últimos 100 años se han extinguido de manera imparable una cantidad bárbara de especies. Según los expertos debieran haber tardado más de 10 mil años para que esto se sucediera. Cada vez que se nos va una especie, al planeta Tierra se lo ponemos más difícil para mantener la vida erosionando la capacidad del mismo para mantener esa vida. Cuanta menos salud tenga el planeta, menos posibilidades de sobrevivir la humanidad.

Entonces ¿es o no un problema personal de cada uno y de todos, esto de no extinguir para no extinguirnos?