La «resurrección» de Franco
Se acabó agosto tal como empezó. Con inestabilidad climática y con el resucitado cadáver de Franco a punto de entrar “en agonía”.
Haciendo un ejercicio de empatía simpática o parasimpática, no se ya a estas alturas, creo que podría estar de acuerdo con todas las partes implicadas. Me podría decantar hacia cualquiera de los lados.
Las partes implicadas
Unos, los familiares de las víctimas de la Guerra Civil y la dictadura que proclamó este señor quieren que desaparezca hasta la última letra de su nombre de las Enciclopedias, y con razón.
Otros, los familiares del señor, pues también como podría ser lógico para cualquier ser humano normal y corriente, no quieren que se “profanen” sus restos, y con razón.
Pero no queda ahí la cosa.
Hay otros, los políticos, que parece que están de acuerdo en que su tumba, sus restos… no deben ser Patrimonio Nacional, aunque discrepen en las formas, y con cierta razón.
Otros, de entre expolíticos, historiadores, y expertos de otras áreas han firmado un manifiesto en contra por entender que “la cultura, el sentimiento y la memoria de un pueblo” no se pueden cambiar a golpe de ley o de decreto ofreciendo a las futuras generaciones una versión única de la propia historia convenientemente partidista, y también tienen su razón.
La exhumación y el Valle de los Caídos
Y bueno, ya de lo que harán con el cuerpo en caso de exhumarse y con el lugar donde se encuentra actualmente, ni les cuento. Opiniones y divergencias hay para todos los gustos.
El Valle de los Caídos, primero lo iban a transformar en un memorial a las víctimas… ahora parece que no… ahora parece que lo van a convertir en un cementerio civil. En cuanto a qué hacer con el cuerpo pues también se ha escuchado, escrito y leído hasta lo más inusitado y variopinto, aunque todavía ni los que promovieron la idea saben bien qué hacer.
No sé. Lo que si tengo claro es que definitivamente, el pasado… pasó. “Resucitar” a un muerto o cambiarlo de lugar, no hará que la historia cambie. Y como ciudadana de a pie, para mí se trata de un asunto tan “importante” como “sin importancia” …
Lo que si me pregunto es una cosa. Si era un asunto de tanta urgencia como para requerir un decreto, ¿cómo no se hizo antes? ¿Cómo no lo hizo González en todos sus años de mandato cuando tomó el relevo poco después de instaurarse la democracia? ¿Por qué se ha convertido es tan prioritario ahora? ¿Se habrán quedado nuestros gobernantes sin ideas? ¿Será que no las tenían ni antes de empezar a gobernar? ¿Será que no hay problemas preocupantes en el presente y por eso los políticos dan prioridad al pasado?