Las Colinas de Chocolate en Bohol, un delicioso manjar visual
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Hoy viajamos al corazón de la isla filipina de Bohol. Allí, entre las ciudades de Carmen, Batuan y Sagbayan se encuentra un pequeño y “suculento” espectáculo visual digno de los mejores reposteros: las Colinas de Chocolate. Desde luego un paisaje especialmente único que no deja indiferente ni a propios ni a extraños.
Bohol, más allá de playas espectaculares
Si hablamos de Filipinas lo primero que se nos va a venir a la mente son sus espectaculares playas de agua cristalina y arena blanquecina. Pero sin duda, es mucho más que eso. Cada una de las miles de islas que integran este país insular destaca en sí misma por sus peculiares encantos. Y visitarlo sin conocer las entrañas de cada una, sencillamente, no es visitarlo.
Por supuesto, la isla de Bohol no iba a ser la excepción. Situada en el centro de las Bisayas, presume de ser la décima isla más grande del país. Una isla que ofrece múltiples posibilidades a cualquier tipo de viajero. Tanto si buscas playas paradisíacas o sorprendentes fondos marinos como si eres más de bosques y cascadas espectaculares en plena naturaleza, esta isla siempre tendrá algo que ofrecerte.
Además, es una de las islas mejor conectadas para llegar. ¿Qué más se le puede pedir?
Las Colinas de Chocolate
Son sin duda el encanto escondido de Bohol, y, por supuesto lugar de visita obligada. No en vano es su principal atractivo turístico.
A tal punto son emblema y orgullo de la isla que aparecen incluso en su bandera. Pero también lo son del país, ya que aparecen impresas en el billete filipino de 200 pesos. Aunque no queda ahí la cosa. Además fueron declaradas Monumento Geológico Nacional y propuestas para su inclusión como Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
Origen y formación de Las Colinas
La opinión científica mayoritaria apunta a que estos montículos se formaron a partir de depósitos de coral y moluscos suavemente cincelados durante siglos por el efecto del viento, el agua de la lluvia y la erosión.
La altura de los montículos puede variar entre los 30 y los 120 metros. Y entre colina y colina, un manto de espesas llanuras repletas de cuevas y manantiales. Donde no existe unanimidad es en el número exacto de colinas aunque todos coinciden en que hay más de mil, apuntando algunos a 1.268 y otros hasta 1.776.
En cualquier caso, lo que si es cierto es que «The Chocolate Hills» o Colinas de Chocolate conforman un espectacular paisaje visual. Una superficie de 50 kilómetros cuadrados que te atrapará durante horas en una gigantesca ensoñación de suculento chocolate.
No está permitido subir a las Colinas para preservarlas, pero sí han construido un lugar en lo alto, en la localidad de Carmen para observarlas en su plenitud y donde una placa de bronce reza como sigue:
«La forma de tierra única conocida como las Colinas de Chocolate de Bohol se formó hace siglos por la elevación de los depósitos de coral y la acción del agua de lluvia y la erosión. Las colinas cubiertas de hierba alguna vez fueron arrecifes de coral que surgieron del mar en un cambio geológico masivo. El viento y el agua dieron los toques finales durante cientos de miles de años».
¿Porqué el nombre de «Colinas de Chocolate»?
Cuando el país pasa de su estado tropical normal a la estación seca, entre diciembre y mayo, el color verde de la hierba que recubre las colinas se viste de un tono marrón que semeja al del chocolate. De ahí su nombre. Y es que, desde las entrañas de una extensa y espectacular vegetación emerge ante los ojos de quien tiene el placer de contemplarlas, una gigantesca y deliciosa «caja de bombones».
Entre el mito y la leyenda
Como no podía ser de otra manera, el origen de Las Colinas de Chocolate tiene su particular mitología.
Hay quienes afirman que son fruto de la lucha encarnizada entre dos gigantes que en la batalla usaron rocas que al caer en la tierra dieron lugar a las colinas.
También existe otra leyenda más romántica a respecto. Según ésta hubo un gigante inmortal llamado Arogo que se enamoró perdidamente de una mujer de la isla. Cuando ésta falleció el gigante se deshizo en lágrimas durante varios días con sus noches. Lágrimas que al secarse en la tierra dieron lugar a estas curiosas formaciones.
Incluso hay quienes afirman que tras las Colinas de Chocolate se encuentran esos gigantes mitológicos. ¡Quién sabe!
Te dejamos con estas instantáneas para que las disfrutes más de cerca. Nunca será lo mismo que estar allí presente pero con ellas podrás «saborear» la belleza de este paraje único en el mundo.