Hace unos días visité una amiga que tiene en su casa una tortuga. Me divertía ver cómo los gatos rondaban su acuario, sostenido vagamente por un palo encima de una tumbona de esas, como las de la playa. Frenados en sus vanos intentos por acercarse a ella, a pesar de aquella aparentemente inestable estructura. Desde siempre las tortugas me parecieron unos animales fascinantes, de esos de pararse a ver sus milimétricos movimientos durante horas y horas…

Y ahora, al sentarme a escribir, me acordé de ellas.  Y en especial de unas, que no sólo por su nombre, sino también por su extraordinaria envergadura. Cautivan no sólo a quien tiene la suerte de admirarlas en directo, sino también a los que, como yo, las contemplamos en fotografías. Les hablo de las Tortugas Laúd, ¿han oído hablar de ellas?

Curiosidades de las Tortugas Laúd

Es la mayor de todas las tortugas marinas, llegando a alcanzar a veces hasta los 2,3 metros y con un peso de más de 600 kilos… ¿no es increíble? Además, es muy diferente al resto de tortugas tanto en su apariencia como en su fisiología.

Lo que más destaca a la vista es su caparazón, que no está formada por escudos óseos como cualquiera de su especie.  En la tortuga laúd, éste forma crestas o quillas dorsales distribuidas a lo largo. Sus aletas delanteras, también son más largas que las de cualquier especie de tortuga marina, y su pico tiene forma de gancho, con unas barbas apuntando hacia dentro de su garganta, que se le ha desarrollado para adaptarse al medio y, en especial, a su principal fuente de alimento, las medusas.

Viajera incansable, capaz de realizar viajes de miles de kilómetros, se orienta por el campo magnético y abandona cada año las aguas tropicales siguiendo la corriente del Golfo hasta llegar a las aguas polares.

Los machos jamás abandonan el mar. Su apareamiento se da en el agua cada tres o cuatro años, y las hembras sólo salen a poner sus huevos (hasta 100 en una sola puesta), y que, como curiosidad, lo suelen hacer en la misma playa o región donde ellas nacieron.

Otra especie en peligro

A nivel internacional, se considera una especie vulnerable, en peligro de extinción en un futuro más, o menos inmediato. Las principales amenazas que la acechan son la pesca accidental o incidental y la contaminación del mar, pues ya se ha dado casos de tortugas laúd que, por ejemplo, ingieren bolsas de plástico que flotan en el agua confundiéndolas con medusas, causándoles tristemente la muerte…

Sin duda, otro animal fascinante, que el ser humano, se está encargando lentamente de hacer desaparecer…