Lo que más quieren las mujeres…
Lo que más quieren las mujeres
Hace unos días, en el municipio de La Laguna (Tenerife), se celebró la tradicional “Noche de Cuentos”, que organiza la compañía Troysteatro junto a la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento. Una noche mágica en la que nos invitaron a viajar a otros mundos de ilusión, sonrisas, imaginación, pensamientos, palabras e ideas… Y fue uno de los contadores quien abrió esa especie de cofrecito interno que llevamos dentro…
Y es que, estando inmerso dentro del hilo de su cuento se dirigió a nosotros, atento público oyente, y nos hizo una pregunta. Algo así como… ¿qué es lo que más quieren las mujeres? ¿qué es lo más que las haría feliz? Confieso que, en ese momento, me “salí del cuento” y la pregunta se hizo eco en mi cabeza…
Hubo varias respuestas. La mayoría encaminadas a una idea, que el contador confirmó como cierta. «Lo que más quiere una mujer, lo que más la hace feliz es, que la dejen decidir por sí misma”. Él, continuó con el cuento. Yo, me perdí en su pregunta y su respuesta.
Nada desencaminado estaba el contador de cuentos. Nada.
Desde algo tan trivial como el qué ropa me pongo hoy, hasta otras decisiones más trascendentales que pueden suponer hitos importantes en nuestra senda vital. Cada minuto, cada segundo de nuestras vidas, estamos tomando decisiones. Hasta cuando no queremos decidir, estamos decidiendo. Si no, piénsenlo.
En cada elección el dejarnos ser, el dejarnos decidir por nosotras mismas es básico. Y también, como consecuencia, según lo que vayamos decidiendo en cada momento, encaminaremos nuestra vida hacia un rumbo o hacia otro. Nada está escrito, lo escribimos nosotras…
Cierto es que esto tiene unos límites. No podemos decidirlo todo, todo. Sobre aspectos, opciones o decisiones que no nos atañen, ahí no pinchamos ni cortamos. Pero también, y en la misma forma, los demás están limitados en cuanto a nosotros, está claro.
E incluso puede haber veces que nos sintamos juzgadas porque algo que hacemos no gusta a nuestro entorno y se sientan con derecho a opinar sobre lo que deberíamos hacer o no. Hasta en estos casos, quien decide en último término somos nosotras. Podemos escucharles o pedirles opinión pero… nosotros tenemos el poder en nuestras manos. Básicamente porque nosotras nos conocemos a nosotras mismas y sabemos de nuestras circunstancias y pensares más que nadie,… Y, ¿nos podemos equivocar? Por supuesto. Como único no nos equivocaríamos nunca es no haciendo nada, no decidiendo, no eligiendo… Sólo errando podremos aprender, podremos avanzar… Lo verdaderamente importante es que, tomemos la decisión que tomemos, hagamos en conciencia, lo que nosotras queramos hacer y porque nosotras así lo hemos querido.
…
Íbamos en el coche la otra tarde y me dio por hacerle la pregunta del contador de cuentos a una adolescente que viajaba con nosotros. Respondió al segundo, casi sin pensarlo: “lo que más deseamos las mujeres es que nos respeten”. Me alegré internamente de esa respuesta. No sé si responderían igual todas las adolescentes de hoy día. Lo que si se, es que, con un granito de arena, se empieza a formar una montaña.