«Escala en la edad de piedra»

Hace algunos años, más, o menos según se mire, en plena ebullición adolescente y de tránsito hacia la tan ansiada adultez, me di a la tarea de recopilar artículos de periódicos y revistas que me parecían interesantes… Ignoro la razón que me llevó a hacerlo la verdad. Pero a mí me pareció buena idea atesorar lo que yo consideraba pequeñas “reliquias” en papel. Y puedo decir que, aún hoy, conservo una pequeña gran “wikiyopedia” de los más variados temas y curiosidades. Eran otros tiempos… lo sé… No existía por aquel entonces el bendito San Google… y aquello de la Internet, era un punto minúsculo y lejanísimo en mi horizonte de vida… 

Lo cierto es que hace algunos días, sumergida entre estos viejos recortes me topé con un artículo de Jesús Torbado. Su título era: «Escala en la edad de piedra». Captó mi atención rápidamente no sólo por el texto, de fácil lectura, sino por la imagen que lo encabezaba. Aparecía un primer plano a todo color de un Dani, la etnia mayoritaria en Papúa Occidental, Nueva Guinea. No se si han oído hablar de esta tribu.

Los Dani: al otro lado del mundo… y de la historia

Asentados en el Valle del Baliem, en las tierras altas de Nueva Guinea, sólo es posible llegar allí por aire, lo que la convierte en un territorio inhóspito, prácticamente inexplorado y lleno de misterios. La mejor forma de descubrirlos es subir el Valle caminando, y encontrar sus poblados por el camino, a la vez que se abre ante tus ojos un maravilloso paisaje rodeado de vegetación y montañas de algo más de 2.000 metros.

De complexión fuerte, pelo negro rizado, ojos negros de mirada profunda y piel morena, la base de su alimentación son los cultivos y el cerdo, presente en todas las fiestas, y fundamental para el trueque y la dote. Visten sus pieles con pinturas, dolorosos tatuajes y huesos de animales. Cazan, luchan, defienden sus propiedades y transmiten sus tradiciones de forma oral, y pese a la cierta timidez e incluso hostilidad del primer momento, son hospitalarios y sonrientes con los turistas.

Curiosidades

• Los Dani viven en honais, humildes chozas de paja y adobe.
• Su jerarquía es estricta. El jefe controla todo, da las órdenes y administra el poblado, y los ancianos son los consejeros.
• Los hombres guardan celosamente su virilidad viviendo para ello en cabañas separadas de las mujeres, y tienen relaciones sólo de manera puntual, ya que creen que los debilitan.
• Los hombres van ataviados exclusivamente con una calabaza en el pene. La vestimenta de las mujeres es más rica, sobre todo para los bailes y distintas ceremonias.
• Los aperos de labranza son de piedra, y los campos son labrados por las mujeres, que se ocupan de los huertos y construyen las cabañas.
• Conviven con los cuerpos momificados de sus antepasados más ilustres o mejores guerreros…
• Las mujeres dani se cortan un dedo cada vez que alguien de la familia muere como forma de demostrar que comparten su dolor. Es impactante encontrarse con ancianas con los dedos de los manos mutilados.