Chamarel: la tierra de los siete colores

Si hay una isla africana conocida principalmente por sus hermosas playas, sus aguas cristalinas y su clima cálido durante todo el año, esa es Isla Mauricio. Pero no queda ahí la cosa. Además de estos típicos tópicos tiene otros encantos singulares. Encantos que la engrandecen ante los ojos de propios y extraños. Una maravilla natural que deja boquiabierto a quien tiene la oportunidad de verla y vivirla de cerca. Y uno de ellos es la Tierra de Siete Colores, cerca del más salvaje y frondoso bosque de Chamarel.

Se trata de un entorno de dunas onduladas que toman una amplia gama de colores y matices que parecen pintados a propósito. Curiosamente, se conserva a pesar de las lluvias torrenciales que azotan Isla Mauricio cada poco. Y es que son éstas, en gran parte responsables de la belleza de estas tierras.

El origen del color

Las lluvias, en connivencia con el cálido clima de la zona y la actividad erosiva que producen sobre el suelo de basalto y sus minerales, favorecen la descomposición de la arcilla en el exterior. Una simbiosis perfecta que da lugar a este extraordinario espectáculo visual a todo color donde predominan el rojo, el marrón, el violeta, el verde, el azul, el morado y el amarillo.

Aunque lo que es más sorprendente es que esos colores están separados por capas. Al parecer, si se coge un puñado de tierra de cada color y se mezcla en un recipiente, se acaba separando de nuevo por capas de colores. ¿No es increíble?

Y bueno, contemplar el contraste de las dunas de colores con el abanico de verdes que tiñen la exuberante vegetación que las rodea no tiene palabras… La madre naturaleza nos regala unas panorámicas difíciles de olvidar para cualquier retina. Sobre todo al atardecer, que es cuando los colores se vuelven más bellos e intensos.

Finalmente, imposible hablar de las tierras de colores sin mencionar las impresionantes cascadas de Chamarel. Con una caída de agua de unos cien metros muy cerca de las dunas. Y no podemos olvidar el refugio de tortugas gigantes anexo a ellas. Allí se pueden observar algunos de estos ejemplares centenarios descansando a la sombra. Pero estas, ya… serán objeto de próximos posts.