Los tapices de Máximo Laura
Los tapices de Máximo Laura
Lo primero que captó nuestra atención fue una colección de tapices que vestían de vivos colores una pared impolutamente blanca. Se trataba de una selección de tapices del artesano peruano, Máximo Laura. Un referente del arte textil andino que atrapa a propios y extraños con su original forma de reflejar la vida en el tapiz y su particular técnica.
Máximo nació en Huamanga (Ayacucho) en el seno de una familia de tejedores. Su padre confeccionaba frazadas y él junto a sus hermanos, lavaban en el río las lanas que iba a utilizar su padre en ellas. Se recuerda a sí mismo como un niño “libre y feliz”, y a pesar de que en aquella época los niños sólo trabajaban, su padre se preocupó porque fueran a la escuela y no dejaran de estudiar.
Ya en la Universidad, descubrió que su pasión era la literatura. Y de la mano de ésta, se abrió camino hacia el dibujo y la pintura, un hecho que ha marcado su vida artística. Y es que la energía, la luz y la creatividad que impregna cada fibra y cada color de sus tapices, deja atrás los tejidos y las imágenes andinas típicas, para ir mucho más allá. En ellos trata de reflejar elementos propios y simbólicos de la idiosincrasia andina a la vez que profundiza en los elementos vitales peruanos. Todo ello aderezado con colores vivos y deslumbrantes que atrapan a la primera mirada y que convierten los tapices en auténtica poesía para los sentidos.
Proceso de elaboración de los tapices
Todo empieza con un dibujo. Un esbozo de alguno de los temas que envuelven sus obras. Puede tratarse de música, vida marina, paisajes selváticos, animales, mitología… todo ello nutrido de historias, tradiciones, rituales y vivencias llenas de símbolos de la cultura andina heredada de sus ancestros… Y cuanto ya tiene el diseño, se da a la labor de darle color, de forma manual, con lápices de colores o incluso a través de ordenador.
Cuando ya está el dibujo a color, se envía el diseño a un especialista que mezcla los colores a mano para conseguir los colores brillantes exactos del dibujo y característicos del artista. Éstos servirán para teñir el hilo que usará luego para tejer el tapiz.
A continuación, el diseño se dibuja o se imprime a la escala del tapiz en los hilos de algodón que van a guiar al artista en el telar. Fila a fila, tramo a tramo, empiezan a aparecer las texturas y los colores de un tapiz que se elaborará con exquisito detalle y gran paciencia. Y una vez tejido, en un tiempo que puede durar, horas o incluso meses, se saca el tapiz del telar. Luego se limpia, se estira y ya está listo para deslumbrar a quien tenga la oportunidad de contemplarlos in situ. Una auténtica exhibición de poesía visual apta para todos los sentidos.
Les dejamos con algunos tapices de Laura. Podrán descubrir más sobre él y su obra aquí.