Marta Grossi: arte efímero a partir del lavado de manos
Si hay algo cierto en cuestiones de arte, es que la creatividad del ser humano abarca límites insospechados. Es más, no tiene límites. Y es que como dice una amiga mía, “el que busca arte encuentra arte, porque muchas veces, el arte está en cualquier parte”. Y es cierto. Arte hay en todas partes, el quiz de la cuestión está en saber verlo, con ojos creativos, con ojos efímeros y a la vez perpetuos. Y algo así le sucedió a Marta Grossi, una artista italiana que desplegó su vena creativa durante el confinamiento obligado a causa del Covid.
Marta Grossi, creatividad en estado puro
Graduada en la International Graphic School of Venice, la artista ha vivido los últimos 15 años entre Europa y Asia desarrollando trabajos con importantes marcas de la talla de Ferrari, Max Mara Group o Johnnie Walker. Y paralelamente se ha ido haciendo hueco en las bellas artes con su propia obra, no sólo a través de la publicación de trabajos en revistas especializadas sino también mostrando al mundo su arte en distintas exposiciones.
No hay más que echar una delgada vista por sus trabajos para darte cuenta de la creatividad innata de esta artista italiana. Directora creativa y artista multidisciplinar, Grossi es capaz de mimetizar el “ARTE” con mayúsculas, con pinceladas de la más anodina cotidianidad. Y es que su talento parte de la genial combinación de ilustraciones, con arte digital y distintas técnicas manuales creando un estilo muy suyo, muy personal.
Creatividad a prueba de confinamiento
Este 2020 ha sido especial en todos los sentidos. Para nadie es un secreto que habrá un antes y un después de esta pandemia que nos ha tocado vivir. Y si el confinamiento ha sido capaz de desplegar las alas de la imaginación y la creatividad en cualquier ciudadano de a pie, en los que se dedican al arte, no iba a ser menos. Más bien ha sido un mucho más. Y Marta Grossi ha sido buen ejemplo de ello.
Estando confinada en su apartamento de Milán, con un mínimo de objetos personales y artículos con los que poder desarrollar su arte, dio rienda suelta a su necesidad de expresarse de una original manera muy suya. Al quedarse sin su tradicional papel para pintar empezó a desarrollar su magia creativa. Y aplicando acuarelas directamente en el lavabo de su baño encontró una forma de convertir el “indispensable” lavado de manos en toda una experiencia artística llena de colorido. Cada diseño vistió su lavabo 24 horas durante el confinamiento. Pinceladas de arte efímero que se perpetuarán en la memoria de quienes vieren, vivieren, sintieren y entendieren este “inolvidable” 2020
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