En pleno Parque Nacional “Los Glaciares” se encuentra esta maravilla natural de espectacular belleza: el glaciar Perito Moreno. Belleza que le ha valido, junto a su interés glaciológico y geomorfológico, para ser catalogada como Patrimonio de la Humanidad desde el año 1981.

Con casi 70 m. de altura por encima del agua, y alrededor de 5 km. de extensión, esta colosal mole de hielo impresiona a la vista. Y no sólo eso, nos sorprende cada tanto con uno de sus derrumbes. Un espectáculo de la naturaleza que ni quien tiene la oportunidad de vivirlo y sentirlo podría explicar meridianamente con palabras.

Situado a poco mas de hora y media de la ciudad de El Calafate, el Perito Moreno se convierte en protagonista indiscutible para todo aquel que visita la Patagonia Argentina. Y ya es difícil competir con una región plagada de hielos continentales, bosques fríos, montañas andinas, extensos lagos helados y glaciares mucho más preeminentes del Parque.

Dicen que Buenos Aires completa podría caber en las fauces de esta mole de hielo que se desliza sigilosamente a través de los gigantes montañosos de la Patagonia. Y digo bien, se desliza de forma casi imperceptible. Ni los embates del calentamiento global hacen su trabajo en él. Algo que sí ha sido fulminante para muchos otros glaciares que terminan derritiéndose. Al parecer, su estratégica situación, su forma, su altura, las intensas nevadas justo donde está ubicado, los vientos… contribuyen a que este “gigante de hielo” se resista a seguir al resto.

La temporada ideal para visitar el Parque es primavera, verano y principios de otoño. Es decir, desde septiembre hasta abril. En invierno, las temperaturas medias van desde los 0,6°C, mientras que en verano, la mínima es de 13°C, para las zonas más bajas.

Sin duda un lugar fascinante para contemplar en silencio. Un silencio que se funde con tus infinitos mecido por el crujir de los bloques de hielo.