Lo último, perros que detectan  el coronavirus

Se dice que el perro es el mejor amigo del ser humano, y es bien sabida la importancia de estos animales en la vida de las personas. A lo largo de la historia, estos bellos seres han ido tomado un papel cada vez más relevante en la vida de las personas. Y es que más allá de darnos amor incondicional, de salvaguardar nuestra integridad física, de cuidar nuestra propiedad, nuestra seguridad en definitiva. Más allá como decía, han aportado su valía perceptiva. Lo último son, perros que detectan  el coronavirus.

Fue en Estados Unidos, el 23 de septiembre de 1870, que por primera vez en un juicio se hizo pública la frase «el perro es el mejor amigo del hombre».  La dijo el abogado  George Graham Vest, y se refería a Old Drum, un perro que fue asesinado por su vecino sin causa justificada.

 El discurso que pronunció fue el siguiente:

«Caballeros del jurado: El mejor amigo que un hombre pueda tener, podrá volverse en su contra y convertirse en su enemigo. Su propio hijo o hija, a quienes crio con amor y atenciones infinitas, pueden demostrarle ingratitud. Aquellos que están más cerca de nuestro corazón, aquellos a quienes confiamos nuestra felicidad y buen nombre, pueden convertirse en traidores. El dinero que un hombre pueda tener también podrá perderlo, se volará en el momento que más lo necesite.

«El único, absoluto y mejor amigo que tiene el hombre en este mundo egoísta, el único que no lo va a traicionar o negar, es su PERRO.»

Si la desgracia deja a su amo sin hogar y amigos, el confiado perro solo pide el privilegio de acompañar a su amo para defenderlo contra todos sus enemigos. Y cuando llega el último acto, y la muerte hace su aparición y el cuerpo es enterrado en la fría tierra, no importa que todos los amigos hayan partido. Allí junto a la tumba, se quedará el noble animal, su cabeza entre sus patas, los ojos tristes pero abiertos y alertas, noble y sincero, más allá de la muerte.»

La verdad es que el alegato de ese abogado debiera ser bandera de realidad, una bandera que ondeara ante los ojos de tanta persona que considera a los animales “cosas”.

“La verdadera bondad del hombre solo puede manifestarse con absoluta pureza y libertad, en relación con quien no representa fuerza alguna. La verdadera prueba de la moralidad de la humanidad, la más profunda, tal que escapa a nuestra percepción, radica en su relación con aquellos que están a su merced: los animales”.

-Milan Kundera-

El don de los perros, la percepción olfativa

Los perros no son cosas, ni los perros, ni ningún animal. Tienen cualidades de seres vivos inteligentes, y algunas de esas cualidades muy agudizadas. Los perros traen en su genética un sentido del olfato extraordinariamente desarrollado. Tan desarrollado, que con él puede distinguir, y reconocer,  las composiciones orgánicas volátiles asociados a ciertos tipos de cáncer También por ejemplo, detecta la diabetes, la epilepsia, y más alteraciones de la salud humana. Se dice incluso, que permanecen al lado de la parturiente días antes de que llegue el parto. Ahora, también detectan el COVID 19.

Perros que detectan el coronavirus con un acierto que roza el 100 %

A veces tenemos algunas soluciones cerca y no las vemos. Y es que en el tema coronavirus, ya hay perros adiestrados para detectar el COVID en los humanos. Al parecer adivinan la presencia del dichoso virus con un acierto que roza el 100 %. Llegan noticias de que en países como Francia, Chile, El Reino Unido, Dubai o Finlandia, recurren a estos animales en sus aeropuertos. El fin es que los perros detecten a las personas contagiadas de COVID, incluso aunque sean asintomáticas.

Los perros detectan alteraciones en el aroma de la saliva, el sudor o la orina ,de una muestra que toman de la persona. Es más rápido que una PCR y con posibilidad de detectar la COVID-19 desde el instante en que la persona enferma con el virus. Cualquier animal sin miramientos de raza, es válido para ser adiestrado en estos menesteres. Se buscan que tengan alrededor de los dos años, y que sean curiosos, dice el señor Peris. 

Asegura Josep Peris, impulsor en España del proyecto K-anary «El virus no emite olor directamente, pero la reacción del cuerpo para defenderse de ese ataque provoca una serie de alteraciones en el aroma de la saliva, el sudor o la orina, y eso es lo que huelen los perros»