Ser  pescador y fotógrafo de extrañas especies.

Aquello de  «tiene que haber de todo para que exista mundo» en esta ocasión, se cumple al detalle. Y es que al parecer en las profundidades marinas la genética  devuelve seres extraños, especies, o mutaciones  de una rareza llamativa. Y Roman Fedortsov es nuestro fotógrafo de extrañas especies.

Especies raras en las profundidades

Ya para empezar decir que la mayoría de estos especímenes no están en la playa esa que vamos a veces. Estos peces tan exclusivos y poco vistos, han sido pescados en el mar de Barents, un lugar muy particular y muy hostil. Todos sabemos que en este planeta el fin es  adaptarse para evolucionar, o morir, y esa máxima va con todas las especies

Roman Fedortsov

Roman Fedortsov, es un señor ruso que se dedica a pescar, pero no en cualquier lado. Este hombre lleva años trabajando el arte de las redes, en los profundos y peligrosos mares del océano Ártico.  Fedortsov lanza sus redes en una masa de agua profunda hasta los 600 metros y temperaturas entre 0 y 3° de media. Supongo que ese es un detalle muy importante a la hora de encontrase uno con seres extraños y poco vistos. Roman muy amablemente se ha dedicado a sacar instantáneas de todos esos ejemplares, tan poco corrientes, durante años.

Especies extrañas con extrañas características

La mayoría de estos peces no resistiría un viaje a la superficie, el cambio de presión los mataría. Y es que cada ecosistema, sea terrestre o marino, tiene su hábitat, y algunas especies aun pudiendo moverse, no resisten otro entorno. Están expuestos desde que nacen a altas presiones pero también llegan preparados con tejidos especiales. Igualan su presión exterior con la interior gracias a ese tejido especial que va cargado de agua, evitando así morir aplastados.

Mar de Barent

Para que un pez sea abisal debe nadar en profundidades superiores a 1000 metros, que es donde no llega en absoluto la luz del mar. Pero aunque en el Mar de Barent no se llega a cotas de más de 600, los peces responden a las características, aspectos monstruosos, dientes enormes y filosos, bocas desproporcionadas, ojos o muy pequeños o muy grandes,  ceguera…

Está claro que de este mundo conocemos una pequeña parte, aquello de  «tiene que haber de todo para que exista mundo». Desde un Roman Fedortsov nuestro fotógrafo de extrañas especies, hasta las extrañas especies.