Alzheimer: un “rompecabezas” sigiloso
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Alzheimer: un “rompecabezas” sigiloso
Alzheimer ”una enfermedad rompecabezas”, que constituye la principal causa de demencia en los países desarrollados. No en vano se ha convertido en una patología cada vez más frecuente y una de las causas más habituales de discapacidad en la persona adulta. Sin embargo, y aunque está ligada al envejecimiento, no es una característica normal de éste. El alzheimer es como un rompecabezas que actúa sigilosamente.
En los últimos años, el pronóstico de la enfermedad ha mejorado bastante. Las investigaciones sobre la enfermedad han sido vitales para el diagnóstico precoz. Además, éstos han dejado patente la importancia de la estimulación cognitiva y el uso de determinados fármacos para convivir con ella. Sin embargo, y aunque éstos ayudan a aminorar su avance, no logran impedir el avance lento y progresivo hacia la dependencia absoluta de quien la sufre.
Es por esto por lo que, aprovechamos este día, para conocer algo más sobre ella. Veamos en qué consiste.
¿Qué es el alzheimer?
Se trata de una enfermedad degenerativa cerebral. Su inicio es lento y afecta principalmente a las partes del cerebro que controlan la memoria, el pensamiento y el lenguaje. A medida que avanza estos síntomas se van agravando y apareciendo otros. En fases más avanzadas son característicos la alteración de la capacidad de razonamiento, la afasia, las apraxias, la pérdida de capacidad espacial y temporal y hasta cambios de carácter, entre otros.
Causas
A pesar de que existen numerosos estudios dirigidos a determinar las causas de la enfermedad, todavía queda mucho por hacer.
Se sabe que es más común en edades avanzadas, pero no se sabe cuales son los factores desencadenantes. Parece ser que la herencia tendría algo que ver, sin embargo, son raros los casos de anormalidad genética como causa. Lo que está claro es que determinados factores genéticos hacen que la persona sea proclive a padecer la enfermedad.
También se ha puesto la atención como causa en la dieta, en alguna deficiencia hormonal, en determinados periodos de estrés o preocupación, … sin embargo, no hay acuerdo entre los investigadores especializados. Lo que sí está claro es que no se trata de una enfermedad infecciosa y tampoco que su origen está en el poco uso o sobre uso del cerebro.
Signos de alerta en una enfermedad que es un “rompecabezas” sigiloso
Todos hemos experimentado alguna vez un olvido o algún fallo de memoria, pero esto es hasta normal: inevitablemente, envejecemos. Sin embargo, en una persona con Alzheimer, estos síntomas serán cada vez más frecuentes y graves.
La Alzheimer’s Assotiation ha elaborado una lista de signos de alerta. Cada persona puede experimentar una o más de éstas y en diferentes grados. Pero si estos signos, como decimos, aumentan en frecuencia o gravedad interfiriendo en actividades normales de la vida diaria, quizá sea el momento de solicitar una evaluación médica especializada. Veamos cuales son estos signos:
- Cambios de memoria que dificultan la vida cotidiana
- Dificultad para planificar o resolver problemas
- Dificultad para desempeñar tareas habituales en la casa, en el trabajo o en el tiempo libre
- Desorientación temporal y espacial
- Dificultad para comprender imágenes visuales y relacionar objetos
- Problemas con el uso de palabras de forma oral o escrita
- Colocación de objetos fuera de lugar y falta de habilidad para recordar dónde están
- Disminución o falta de buen juicio
- Pérdida de iniciativa para tomar parte en el trabajo o en actividades sociales
- Cambios en el humor o la personalidad
Tratamiento
A día de hoy, no existe un tratamiento que cure el Alzheimer. Sin embargo, sí existen terapias y medicamentos que ayudan a enlentecer el proceso de deterioro. Terapias y medicamentos destinados principalmente a mantener el máximo tiempo posible la autonomía y las capacidades de la persona.
En cualquier caso, el tratamiento y la atención deben ser: integrales, adecuados a cada persona individual y continuado. Además, deben abarcar también la atención a la familia del enfermo y, por supuesto, al cuidador principal.
Prevención
Como hemos dicho, las causas del Alzheimer se desconocen, por lo que prevenirlo es tarea difícil. Sin embargo, aunque no están suficientemente probados, si hay determinados factores de riesgo que pueden ser modificados y que pueden reducir la incidencia de la enfermedad. Entre ellos están los relacionados con el riesgo vascular (colesterol, diabetes, hipertensión,…), el tabaquismo, la obesidad, la anemia, la depresión,… No se puede establecer relación causa-efecto entre ellos y el Alzheimer pero, si que se recomienda controlarlos y, en definitiva, mantener unos hábitos de vida saludables.