Animales extintos que no se habían ido
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Lo cierto es que resulta aterrador saber que especies de este planeta —en este caso, especies animales— desaparecen delante de nuestros ojos para siempre. Y parece que esa ha sido la tónica de lo que ha ocurrido a lo largo de la historia, al menos en los últimos cien años. En ese periodo, han desaparecido paulatinamente unas 200 especies.
Pero no todo es malo: algunas de estas especies han sido redescubiertas por sorpresa. Aquí te presentamos animales que se creían extintos… pero no lo estaban.
“Cuando nos referimos a una especie extinta, lo hacemos a una cuyos últimos individuos han muerto, es decir, a una especie que ya no existe más, y de la que sólo quedan huellas en el registro fósil o en los estudios que la humanidad haya hecho de ella”
Qué son las especies Lázaro y qué tienen que ver con los animales extintos?
Las especies Lázaro engloban a aquellos animales que han sido declarados extintos y que, con el tiempo, han vuelto a ser avistados. Este término proviene de «taxón Lázaro», que en paleontología se refiere a un taxón que desaparece durante uno o más períodos del registro fósil y luego vuelve a aparecer.
En biología, un taxón o taxon es un grupo de organismos emparentados, que en una clasificación dada han sido agrupados, asignándole al grupo un nombre en latín, una descripción si es una especie, y un tipo. Cada descripción formal de un taxón es asociada al nombre del autor o autores que la realizan, los cuales se hacen figurar detrás del nombre. En latín el plural de taxón es taxa, y es como suele usarse en inglés, pero en español el plural adecuado es «taxones» o «táxones». La disciplina que define a los taxones se llama taxonomía.

Almiquí de Cuba (Solenodon cubanus)
Dicen del almiquí que es uno de los animales más raros que existen. Tiene una característica un tanto llamativa y muy importante a tener en cuenta: es venenoso.
Con un máximo de 32 centímetros de longitud (y una cola de 27 centímetros), este animal de pelaje marrón y cola escamosa, parecido a la musaraña, es nocturno, solitario y muy huidizo.
Fue visto por primera vez en 1861; en 1970 se le dio por extinto, pero en 1974 se capturaron tres ejemplares, demostrando que este pequeño roedor aún existía.

El calamón takahe de la Isla Sur (Porphyrio hochstetteri)
Vive en pastizales, donde se desplaza lentamente. No puede volar debido a su peso, que oscila entre los 2 y los 4 kilos, aproximadamente. De color azulado, presenta un plumaje negro cuando es polluelo, y su pico cambia de negro a rojo a medida que crece.
Autóctono de Nueva Zelanda, se consideró extinto durante cincuenta años, hasta que fue redescubierto. Hoy puede observarse en estado salvaje, desde una distancia segura, incluso en kayak.

La tortuga gigante de Fernandina (Chelonoidis phantasticus)
Pertenece a la familia Testudinidae y es endémica de las islas Galápagos. El nombre Chelonoidis phantasticus hace referencia a la palabra “fantástica”, por lo enigmática que resultó esta especie.
Aunque para la IUCN estaba clasificada como «extinta» —ya que el último macho conocido murió en 1906—, en 2019 se encontró un ejemplar hembra. Las islas Galápagos volvieron a ser foco de atención tras el avistamiento, por primera vez en casi cien años, de esta tortuga gigante de Fernandina.

Jambato negro del Páramo
Esta rana es endémica de Ecuador y aunque parezca mentira, hasta los años 80 del siglo pasado era habitual verlas a miles en su hábitat. Una rana vigorosa de color negro en su parte posterior y naranja en su vientre, de patas cortas y poderosas, más para nadar que para saltar. Su último registro de avistamiento fue el 30 de marzo de 1988, en 2004 se le dio por extinguida. Pero hace unos pocos años, en 2016, se orquesto una campaña para su redescubrimiento que dio excelentes frutos.2016…. un niño ecuatoriano y su familia lograba localizar una subpoblación dentro de su área histórica.
El mensaje que nos dejan las especies Lázaro
La historia de estos animales «extintos que no se habían ido» nos recuerda que la naturaleza no siempre se rinde. A veces, cuando creemos que todo está perdido, ella nos sorprende con un acto de resistencia. Las especies Lázaro son más que curiosidades científicas: son símbolos vivientes de esperanza, de resiliencia… y de advertencia.
Porque si bien es emocionante reencontrarse con criaturas que creíamos desaparecidas para siempre, también es una llamada de atención. Muchas de estas especies regresaron del olvido gracias al esfuerzo humano: científicos, comunidades locales, incluso niños, se han convertido en héroes silenciosos del conservacionismo.
Y, sin embargo, no todas tendrán una segunda oportunidad.
Por eso, tal vez la lección más importante sea esta: proteger lo que tenemos antes de que desaparezca. Porque no todas las especies extintas regresan. Y no todas las historias de la biodiversidad tienen un final feliz.