Cómo guardar la mascarilla si te la quitas en exteriores
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Parece que el fin de la pandemia que nos ha tenido en jaque durante mas de un año cada vez está más cerca. ¡Parece, bien digo!. Y es que, debido a los avances de la vacunación, en España la mascarilla ha dejado de ser obligatoria en espacios al aire libre. ¡Repito, «parece»!. No hay más que ver los últimos datos para constatar que no hay que bajar la guardia, ni mucho menos. El virus sigue ahí, agazapado, pero latente. Es por ello por lo que, aunque deje de ser obligatoria en el exterior y cuando se den las condiciones, siempre debemos llevarla con nosotros. A estas alturas, se haya dicho sobre este tema, todo y más, pero… ¿sabes cómo guardar la mascarilla en los momentos en que no la tienes puesta? Veamos algunos tips sobre esta nueva regulación y sus efectos.
La nueva regulación sobre el uso de la mascarilla
En esta nueva regulación, el gobierno deroga el artículo 6 de la Ley 2/2021, de 29 de marzo, que establecía la obligatoriedad de la mascarilla tanto en exterior como e interior independiente de la distancia. Ahora se sustituye por otro mucho más flexible y de aplicación por igual en todo el territorio.
Obligación de uso
La nueva redacción que le da a dicho artículo el Real Decreto-ley 13/2021, de 24 de junio, ya en vigor, se puede resumir en lo siguiente:
Es obligatorio el uso de mascarillas para personas de 6 años en adelante:
- En cualquier espacio cerrado de uso público o abierto al público como una biblioteca o una farmacia
- En cualquier espacio al aire libre en que haya aglomeraciones donde sea imposible mantener la distancia interpersonal de 1,5 metros entre las personas, salvo grupos de convivientes
- En los medios de transporte público aéreo, marítimo, autobús o ferrocarril,.. incluyendo andenes y estaciones
- En eventos multitudinarios al aire libre cuando se esté de pie, o estando sentado no se pueda mantener la distancia, salvo convivientes
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Excepciones a dicha obligación
Igualmente, se contemplan algunas excepciones, no siendo obligatorio su uso en los siguientes casos:
- cuando estemos al aire libre o en espacios abiertos y se pueda mantener la distancia interpersonal de metro y medio o vayamos con convivientes, en que no hará falta la distancia
- cuando se trate de personas con algún tipo de enfermedad o dificultad respiratoria que pueda resultar agravada por su uso
- los pasajeros de buques y embarcaciones dentro de sus camarotes ni en los espacios exteriores de éstos cuando se pueda mantener la distancia
- en conciertos o eventos multitudinarios al aire libre cuando estemos sentados y guardando la distancia
- en lugares o espacios cerrados de uso público que formen parte de lugar de residencia de colectivos como mayores, con diversidad funcional o similares siempre que entre los usuarios de esos centros más del 80% hayan completado la pauta de vacunación. Trabajadores de dichos centros y visitantes externos deben llevarla.
- en los casos en que por la naturaleza de la actividad, el uso de la mascarilla sea incompatible con las indicaciones de las autoridades sanitarias.
Dónde y cómo guardar la mascarilla según los expertos
Si bien la nueva regulación flexibiliza su uso, no hace mención a la conservación de la misma. Sin embargo a estas alturas, consideramos que la información existente a respecto es más que suficiente. Y en este sentido, sólo nos remitiremos a la recomendación que hacía hace un año la Organización Colegial de Enfermería y el Área de Enfermería de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Respiratoria (SEPAR) sobre el buen uso de las mascarillas.
Así, y para un segundo uso, las mascarillas deben guardarse en una bolsa transpirable o un sobre de papel, pero nunca en el bolso o en un bolsillo, ya que son por sí mismas un vehículo transmisor de contaminación.
En el mismo sentido apuntaba Sanidad con sus recomendaciones sobre cómo guardar la mascarilla al recomendar guardarla tras su uso en un sobre o bolsa de papel o tela limpios. Preferentemente en recipiente ventilado evitando su contacto con cualquier superficie. Por supuesto, nunca aconsejable llevarla colgada en el codo, en la muñeca o en el cuello ya que en estos casos puede resultar contaminada la propia mascarilla.