Encuentran el cuerpo sin vida de la niña Olivia, en la costa de Tenerife
La peor de las noticias se ha hecho realidad, se ha encontrado en la tarde de hoy jueves el cuerpo de la niña Olivia. Les hablo de una de las dos hermanas desaparecidas en Tenerife el 27 de abril. Recordemos que hace 45 días las niñas Olivia y Ana fueron secuestradas por su padre. Este, divorciado desde hace meses de la madre, no mantenía con la misma muy buena relación.
Un fatídico martes terminando abril, cuando ya pensábamos todos que quizá lo peor del COVID había pasado, Olivia y Ana no vuelven a casa. Dos niñas pequeñas de 6 y 1 año que viven con su madre en Radazul, Tenerife, y que pasaron la tarde al cuidado de su padre. Beatriz se empezó a poner nerviosa al llegar casi la media noche y sin noticias de las niñas ni del padre.
La pesadilla se cocía a fuego lento mientras todo parecía indicar a la madre de que algo no iba bien. Y llega la llamada de Tomás Gimeno, el padre, y empieza un infierno terrible para la madre. Al parecer, su exmarido le dice que las niñas no volverán nunca, y él, tampoco.
Mientras, como se supo más tarde, Gimeno tenía un trasiego de idas y venidas en el muelle de Güimar. Allí era dueño de una pequeña embarcación de unos 6 metros. Este hecho lo corroboró el vigilante, que vio como el hombre metía bolsas de viaje en la embarcación. Tomás salió con su barco en plena noche para regresar poco después, según el vigilante ya sin bolsas. Salió del puerto con su coche a comprar un cargador para su móvil, regresó, retomó su barco, y esta vez se hizo a la mar para no regresar.
A partir de aquel momento, Tomas Gimeno se puso en contacto con su exmujer, y en el trascurso de varias llamadas puso en aviso a la misma de que no volvería a verlos más. Y así ha sido hasta el día de hoy en que después varios jornadas sondeando el fondo marino de Tenerife, se ha encontrado a una de las niñas.
Parece ser que Olivia de 6 años, se encontraba en un bolso que permanecía cerrado, atado al ancla. Mientras que de momento no se sabe nada de la pequeña Ana , ni del hombre que se las llevo.
Tomás Gimeno, el padre de Olivia y Ana, no fue, consciente de la transcendencia de sus actos. Jamás imaginó este hombre tinerfeño de 37 años la profunda herida de muerte que iba a causar a su exmujer. Él, pensaría en su infinita ignorancia que calibraba el daño que iba a hacer a la madre de las niñas. Seguro que pensó que sería grande, pero se alegraría de saber, que eso lo puede multiplicar por mil, y tendría una muy ínfima parte. Eso a la madre de las niñas…
Pero es que además Tomás Gimeno, causa un infinito dolor a todos los familiares, amigos, vecinos, conocidos, a todas las personas de bien que saben de este caso… Tomás Gimeno no calculó la dimensión de su daño, tantas personas heridas por un acto atroz, inhumano, un sin sentido.