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Esperanza para la ELA una enfermedad canalla

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Una  patente abre las puertas a la esperanza para la ELA una enfermedad harto canalla. La esclerosis lateral amiotrófica es un padecimiento terrible por donde quiera que lo mires. Y lo más dramático, la causa es de origen desconocido.

En España la ELA afecta a unas 4 mil personas, y en el mundo 5 de cada 100 mil la padecen. Esta patología daña las neuronas motoras, que son las que llevan el control de los músculos. La degeneración y muerte de estas neuronas, produce  parálisis muscular progresiva. Es espantoso, pero la realidad nos devuelve una cifra muy baja de personas que sobreviven a los cuatro años del diagnóstico.

Maravillosa la esperanza de una patente que detenga la ELA

Hace tan solo unos días saltaba a los medios una noticia que al cabo viene siendo un hálito de esperanza. Y es que tanto para los familiares, como para los enfermos de ELA recibieron una buena nueva. La oficina de patentes y marcas concedía el premio a la mejor invención protegida a una patente, en concreto a una relacionada con la ELA.

Ana Martínez Gil, es una química española

La galardonada Ana Martínez ha inventado un protector de neuronas

Se trata de la química Ana Martínez, la mujer desarrolla sus estudios en el Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. No piensen que esta es su primera proeza por la humanidad, la señora es hacedora ya de numerosas patentes. Así mismo, fue creadora de la empresa Ankar Pharma, a la que se suman otras de Base Tecnológica. Hablamos de aquellas compañías cuya labor se centra en las aplicaciones de nuevos hallazgos científicos o tecnológicos.

Miren, el invento que esta señora y sus colaboradores han hecho realidad, es un compuesto con potencial para proteger a aquellas neuronas que dejan de funcionar y mueren. El mismo está vías de investigación, pero va camino de convertirse en un fármaco que tratara la ELA. Este descubrimiento abre muchas esperanzas para los enfermos de  esclerosis lateral amiotrófica, esa enfermedad tan canalla. Estos , no solo  mejorarían  su calidad de vida, además, podrían tener grandes posibilidades de alargar la existencia.

La esperanza de un fármaco que cambie la patología de la ELA

La patente ha sido probada con éxito en animales, como resultado de un largo proceso de investigación. La señora Martínez, y su equipo de unas 20 personas, llevan más de doce años estudiando la ELA. Juntos,  intentan desarrollar fármacos eficaces contra esta aterradora enfermedad. Es ella misma la que dice estar muy esperanzada con sus investigaciones, confiada en sus compuestos de alta eficacia.

Es evidente que los caminos de la investigación son lentos, pero también son reales las  posibilidades de desarrollo. La confianza al comprobar la eficacia, es el camino propicio que lleve a la creacion del fármaco para humanos.

¿Qué ha inventado Ana Martínez para ayudar a los enfermos de ELA?

En condiciones normales de salud todos tenemos la proteína nuclear TDP-43 en su estado correcto. En este caso, a los enfermos de ELA esta proteína no les funciona adecuadamente,  pues se sale del núcleo celular  donde tienen sus funciones naturales. Se trata de modificar este defecto y hacer que la TDP-43 vuelva del citoplasma,  lugar en que se ubica erróneamente, hasta su espacio correcto . Es decir, el fin es recuperar la fisiología de esta proteína, y que permanezca en el núcleo haciendo sus funciones. Está comprobado que este defecto es la patología que se repite en el 97% de los enfermos de ELA.

Según la investigadora Ana Martínez, el prototipo se ha probado ya, no solo en animales murinos, con cuyas células compartimos misma proteína. Si no que también se han realizado pruebas en modelos celulares que provienen de linfocitos donados por pacientes de ELA. La cuestión es que los resultados han sido muy buenos. Se ha comprobado que se ralentiza el proceso degenerativo de la motoneurona encargada de provocar la contracción de los diferentes grupos musculares del organismo. Incluso, el fin es evitar que esta neurona muera.

Ilusión y esperanza para los enfermos de ELA

Está claro que las investigaciones van por buen camino y que la esperanza es una ilusión real. Ahora el tiempo es el enemigo de los pacientes que desearían un medicamento ya procesado. Pero la realidad es que, para la propia protección de los pacientes, hay que realizar todas las pruebas pertinentes, y andar los pasos necesarios. Restan los exámenes clínicos, la firme acreditación de su perfecta eficacia. Ahora queda las buenas prácticas de fabricación, crear la fórmula farmacéutica responsable. Asegurar que el medicamento es seguro y que no va a producir daños  en los seres humanos, con los correspondientes estudios de toxicologías.

Hablamos aproximadamente de  tres años y una inversión que rondaria los tres millones de euros. En ese punto daría comienzo la fase clínica uno, donde se probaría el resultado del medicamento en voluntarios sanos. El siguiente paso, es decir, la fase dos y tres,  llevaría el medicamentio a los pacientes enfermos de ELA.

La verdad es que es un tiempo muy importante para los enfermos de esta patología, donde el discurrir de los días es primordial, pero este es el proceso. Es una esperanza que se cierne sobre una enfermedad canalla, pero una esperanza que necesita tiempo.

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