Si hay algún artista actual capaz de plasmar en una tela algo tan abstracto como la sensualidad del cuerpo humano, y especialmente del femenino, ese es Omar Ortiz. Un mejicano que acapara la atención de los críticos de arte internacionales por sus excelentes pinturas hiperrealistas.

Es tal el detalle y la concisión en cada una de sus obras que más que pinturas, pueden ser fácilmente confundidas con fotografías. Y es que la asombrosa magistralidad con la que combina la luz y las telas para plasmar las múltiples tonalidades de la piel humana hacen sus pinturas tan reales, vivas y tangibles como los propios cuerpos que le sirven de modelo.

«Desde que comencé a pintar siempre he tratado de representar las cosas lo más real que puedo, algunas veces lo logros y otras no, pero lo que es un hecho es que para mí es muy difícil hacer lo contrario. Disfruto mucho el reto de reproducir los tonos de la piel con luz natural y los matices que nos brinda, particularmente en ambientes muy iluminados. Me gusta mantener la simplicidad en las piezas, ya que creo que los excesos nos vuelven más pobres que ricos», afirma Omar Ortiz en su web.

“Simplicidad” … Creo que no podría haber usado mejor vocablo para describir sus trabajos, llenos de delicados detalles casi imperceptibles que hacen de sus pinturas algo único y vivo. Como en la vida misma, en esa simpleza, en esos pequeños detalles, ahí anida su grandeza.

Les dejo con algunas de sus obras. Juzguen ustedes.

Para conocer más sobre él y sobre su obra visítalo en su web.