Las mejores enseñanzas de Hermann Hesse a través de sus logros

Nobel de Literatura en 1946 y autor de obras tales como “Demian”, “Siddharta” o “El Lobo Estepario”, Hermann Hesse fue un escritor y pintor alemán que, si me lo permiten, no creo tener palabras para presentarlo como merece. Se han vendido en el mundo más de 30 millones de ejemplares, entre novelas, relatos, poemarios y meditaciones, escritos por la pluma de este hombre. Una semblanza de las mejores enseñanzas de Hermann Hesse. 

Hermann Hesse era un hombre de personalidad difícil.

Los que tuvieron oportunidad de conocerlo lo definen como un hombre huraño, de personalidad difícil, que amaba la soledad, que le encantaba sumergirse en los abismos de su interior y que, en contrapunto tenía una creatividad tal como para deslizar en palabras todo lo que llevaba en sus adentros. Desde luego dejó un legado maravilloso para todo aquel que desee profundizar, cuestionarse y descubrirse a sí mismo.

A continuación, les dejo con algunas de sus frases memorables de absoluta profundidad espiritual que merece la pena leer, releer, descubrir, y recordar. 

“La vida de cada hombre es un camino hacia sí mismo, el intento de un camino, el esbozo de un sendero”.

“Cuando odiamos a alguien, odiamos en su imagen algo que está dentro de nosotros.”

“Cuando alguien que de verdad necesita algo, lo encuentra, no es la casualidad quien lo procura, sino él mismo. Su propio deseo y su propia necesidad le conducen a ello”.

“Ninguna persona puede ver y comprender en otros lo que ella misma no ha vivido”.

“Cualquier cosa parece un poco más pequeña cuando se ha dicho en voz alta”.

“La felicidad es amor, no otra cosa. El que sabe amar es feliz”

“No digas de ningún sentimiento que es pequeño o indigno. No vivimos de otra cosa que de nuestros pobres, hermosos y magníficos sentimientos, y cada uno de ellos contra el que cometemos una injusticia es una estrella que apagamos”.