Museo Arqueológico Nacional sus obras más señaladas
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Hace ya algunos años de mi primera visita al Museo Arqueológico Nacional. Creo recordar que fue la primera vez que puse el pie en Madrid… <<Cómo echo de menos esa ciudad>>. Ya saben que la arqueología indaga en el pasado físico de las cosas, y de los seres vivos, <<el rastro del pasado>> le digo yo. Pues Madrid alberga el Museo Arqueológico Nacional, y están las obras destacadas de la historia, semblanzas del pasado de toda España. Yo lo que he hecho es permitirme enumerarles, y mostrarles las obras, que creo, son las más destacadas.
Monumento del Sepulcro del Pozo Moro
Esta tumba en forma torre es única porque los relieves que la decoran son fundamentales para entender como influyo la mitología oriental en la mentalidad ibérica. Entre ellos se desarrolló un programa de imágenes para magnificar al difunto como fundador del linaje, aunque no hubo consenso en la interpretación. Comenzó con la diosa fenicia Astarté, al estilo de la diosa egipcia Hathor, sosteniendo dos enormes flores de loto, que simbolizan la fertilidad y el renacimiento.
Continúa la imagen del héroe que lleva el árbol de la vida, se dio cuenta del árbol de la vida al derrotar a los monstruos y aseguró la inmortalidad. La escena del banquete es la siguiente.
Un hombre enorme de dos cabezas sostiene la pata de un jabalí en una mano y un cuenco con una figura humana en la otra, quizás un muerto. Él se está preparando para tomarlo y de esta manera llevarlo al reino de los dioses. El programa consta de la figura de un guerrero luchando contra un monstruo y una escena de sexo en la que un personaje masculino se conjuga con la sensualidad de una diosa. Si muere, esta alianza traerá origen divino a sus descendientes, los nobles locales.
El Dinos de Tetis y Peleo
Las vasijas o dinos de cerámica como el que tenemos aquí, se usaban para mezclar vino y agua en los banquetes griegos. Su superficie ilustrada nos cuenta un mito. Tetis es la más hermosa de las nereidas, y también el objetivo del mismo Zeus. Sin embargo, es el mortal Peleo quien puede secuestrar a la hermosa diosa del mar. Entre olas y burbujas, la abrazó con fuerza. Luchó, pero sus hermosos pies plateados con escamas no pudieron sostenerla. Su falda de agua se deslizó entre los brazos de Peleo y su cuerpo serpenteó como una serpiente marina. Pero Tetis no pudo hacerle nada.
Se proclama la boda, mientas Eros ayudados de una paloma ponen a los pies de la novia las cintas nupciales.
Pulpos, delfines, calamares, caballitos de mar y dragones de mar, ayudaron a las traviesas hermanas Nereidas a prepararse para la ceremonia. La fuerte pandereta se toca en manos femeninas. Peleo es trasportado por dos delfines saltarines y una nereida, triunfante hasta la novia.
Así nos cuenta el pintor sobre la comedia y la boda de Titis en la alfarería del siglo IV a. C. Se considera una obra maestra por sus líneas ágiles e inquietas y la imaginación de la historia. Este es el éxtasis más asombroso jamás visto.
Estela de Nebsumenu
Otra de las destacadas en el Museo Arqueológico Nacional es la Estela de Nebsumenu. Se trata de un documento oficial, un decreto para redefinir el suelo rural como suelo urbano. Fue emitido por el faraón Seankhiptáh en la escena central. Acompañado por él, el funcionario de alto rango Nebsuménu (Nebsuménu), el dueño de la tierra y beneficiarios del decreto, y los dioses que bendijeron esta disposición. En la parte superior, un panel solar alado albergaba la escena. La suposición razonable es que los cambios en el uso de la tierra que solía ser agrícola y ahora se puede construir traerá enormes beneficios a sus propietarios.La estela de Nebsumenu, también conocida como la estela de Seankhiptah, es una obra egipcia que describe la reclasificación de la tierra propiedad de Nebsumenu de «tierra cultivable» a área.
En la estela, se pueden ver dos figuras espalda con espalda, proporcionando jarros a unos dioses . A la izquierda, se puede ver al rey Seankhiptah, también conocido como la estela. Lleva una falda triangular y lleva un jarrón al dios Ptah, que se encuentra en su iglesia. Su retrato tradicional con un cetro uas. El jeroglífico explica: “La soberanía es amadísimo Dios Ptah”. El texto dice, arriba y detras del rey: «Sehekaen, el buen dios conferido con la inmortalidad»
Ábaco Neperiano
Este pequeño caja de palosanto con incrustaciones de marfil, se compone de dos ábacos. De hecho, dos ábaco inventados por el matemático John Napier en la segunda mitad del siglo XVI . Eran usadas para realizar operaciones matemáticas con números arábigos. El primero de ellos se encuentra en una caja con tapa corredera, que se ubica en la parte superior del mueble. Consta de dos placas con potenciómetros y dos varillas con múltiplos del número de sus extremos.
El segundo ábaco del armario es un cajón numerado. El panel central está equipado con una tabla de multiplicar con una tabla de multiplicar.
En el cajón lateral, según las normas establecidas, la tarjeta perforada se utiliza como multiplicador cuando se coloca horizontalmente sobre la tarjeta frontal. El segundo ábaco realiza cálculos matemáticos complejos típicos de ciertas ciencias, como la astronomía y la cosmología. Sin duda, otra exquisitez del Museo Arqueológico Nacional.
Estatua de Harsomtus-em-hat
Como se indica en la inscripción, Harsomtus-em-hat era reconocido como sacerdote. Sirvió a varios dioses a lo largo de su vida. Fue circuncidado y lo tenían que afeitar y depilar de la cabeza a los pies todos los días. Solo le estaba permitido usar una túnica de lino blanco, y para el estaba prohibido comer carne de cerdo o animales impuros.
Como sacerdote, sus actividades diarias se dividían en oración, ofrendas, y el ritual del agua, para conmemorar a los dioses. La empuñadura en su mano recordó que estaba dedicada a la diosa Hathor y otros dioses. Harsomtus-em-hat también fue un alto funcionario del estado: oficial de la propiedad, bienes raíces y censo. Las tareas del día a día que compartía con el pastor incluían la redacción de documentos oficiales.
Trabajó Harsomtus-em-haten en las bibliotecas y los archivos, donde la gente mostraba un gran entusiasmo por los valiosos libros de matemáticas, ingeniería, astronomía o medicina sobre papiro, así como obras teológicas antiguas, historias mitológicas o libros rituales.
El tesoro de Guarrazar
El tesoro exhibe seis coronas y cinco cruces de oro con piedras preciosas, perlas y vidrio tallado. Estuvo escondido en dos tumbas en la zona de Guarazar cerca de la localidad de Toledo en el estado de Guadamur.
También es el más grande y lujoso. Todos los objetos que componen el tesoro, salvo la hábil cruz de pecho de origen bizantino, fueron elaborados en el taller de la corte de la capital toledana en el siglo VII. La corona no era algo que usaba la familia real, porque el rey visigodo no era un rey coronado, sino que era ungido con los oleos.
La obra más destacada es la corona de Recesvinto, en la que las letras doradas colgantes representan su nombre. En realidad, eran ofrendas proporcionadas por el rey y, a veces, otras personas con mayor autoridad civil o eclesiástica contribuían a la iglesia principal. Allí decoraban lugares de especial importancia, como altares o tumbas de santos. Estos artículos ricos son un testimonio de la alianza entre la monarquía y la iglesia, la corona y la cruz, y una forma de legitimar mutuamente su poder.
