CulturaLiteratura

La magia de los haikus de Matsuo Bashō

Compártelo aquí:

Si ya de por sí la poesía es evocadora de sensaciones y sentimientos, el haiku va un poco más allá. En apenas tres versos es capaz de convertir palabras en auténtico espejo, reflejo del que lo lee, más allá de la lectura misma. Y a esta forma poética queremos dedicar estas líneas. Hoy nos acercamos al mundo haiku hurgando en sus entrañas, compartiendo con ustedes una selección de haikus de Matsuo Bashō, uno de sus mayores exponentes.

El haiku, mucho más que poesía

Una vez leí, y de hecho lo apunté para no olvidarlo, que “si escribir prosa es pintar a brochazos, escribir poesía es pintar con pincel”. Me pareció y aún hoy me parece una brillante comparación llena de significado. Y es que hacer poesía es algo más que escribir… Implica un derramar el alma sutilmente sobre palabras imprimiéndole además tintes sonoros.  

El haiku, como digo, va un poco más allá. Y es que su brevedad requiere, tanto para quien lo escribe como para quien lo lee, un plus de exquisita sensibilidad. Imagen y semejanza del pintor que plasma sobre un lienzo de tres líneas su propia existencia. El haiku desprende al escritor de su propio “todo”, pero también de su propia «nada», cual si fuera espejo de su propio reflejo. Al lector le ofrece, en apariencia, una imagen visual, casi palpable con los dedos. Pero sólo en apariencia. Lo que realmente le ofrece es una panorámica a todo color de su propio ser, de su propio sentir.

¿Qué es un haiku?

Los haikus son una composición poética breve de origen japonés, formada por un total de 17 sílabas distribuidas en tres versos sin rima, de 5, 7 y 5 sílabas, respectivamente.

Originariamente se le conocía como “hokku”, y venía a referirse al patrón de composición que se usaba en la métrica de un tipo de poema más largo que se denominaba “renga”. Cuando se empezó a usar de forma independiente fue cuando empezó a llamarse “haiku”.

Por lo general la temática del haiku alude al entorno natural (flores, animales, árboles, paisajes, …), imágenes de la naturaleza en definitiva o también de la vida cotidiana. El autor suele aparecer como mero espectador, nunca como parte “visible” del haiku, aunque secretamente sí que lo sea. Y es que cuando leemos un haiku, nuestros ojos se mimetizan con los suyos fundiéndose en esas imágenes, ideas, o sentires que nos describe.

¿Quién es Matsuo Bashō?

Matsuo Bashō es un poeta japonés del siglo XVII, hijo de un samurái de bajo rango. Según algunos biógrafos fue cocinero de profesión, aunque ya desde muy joven cayó en las delicadas redes de la poesía.

Bashō intentó no romper con la tradición consolidando el haiku con un estilo sencillo añadiéndole un componente más espiritual. Sus poemas son reflejo en gran parte del mundo que le rodeaba. De hecho, fue maestro de poetas y en ciertos momentos de su vida decidió alejarse de los círculos literarios para recorrer el país a pie buscando inspiración para escribir.

Cultivó diversos géneros poéticos, aunque sus composiciones más conocidas son los haikus. Ello le valió el reconocimiento no sólo en vida, sino que su fama trascendió más allá de él mismo hasta nuestros días. A tal punto que en Japón muchos de sus poemas están reproducidos en distintos monumentos o lugares tradicionales.

Algunos haikus de Matsuo Bashō

Descubre más poemas de Matsuo Bashō en estos libros

¡Suscríbete a nuestros Contenidos!

¡No enviamos spam! Lee más en nuestra política de privacidad

Compártelo aquí:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *