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“Como agua para chocolate” de Laura Esquivel y la teoría de las cerillas

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Anoche, conversando sobre épocas pasadas y otros planos, me vino a la memoria “Como agua para Chocolate”, de Laura Esquivel. Recordé un tiempo extraordinario años atrás en que me dediqué a releérselo a alguien. Cada día, deseaba que llegara la sobremesa para navegar en su intrahistoria capítulo a capítulo. Fueron días mágicos. Casi un mes de lectura serena con la que trataba de llevar algo de luz y compañía a dos personas.

En ese momento una de ellas libraba sus batallas en solitario a través de la enrevesada maraña de sus adentros. La otra, paralelamente, libraba las suyas, con la realidad de su propia vida. Y creo que en alguna medida lo logré. O al menos ese era el objetivo.

Como agua para chocolate_portada Bolsillo

La magia de «Como agua para chocolate»

Para entender verdaderamente la esencia de «Como agua para Chocolate», primero hay que bucear en su trama. La historia gira en torno a Tita, una joven mexicana cuyo destino está entrelazado con las tradiciones y los secretos de su familia. A través de los sabores y aromas de la cocina mexicana, Esquivel teje mágicamente una narrativa rica en emociones, amor prohibido y rebelión contra las convenciones sociales.

El vínculo entre la cocina y las emociones

No se que tiene “Como agua para chocolate” que, a pesar de lo que pueda parecer a priori, al empezar a leer te atrapa y te envuelve.

Lo más fascinante de la novela es sin duda, cómo la autora utiliza la cocina como un lenguaje para expresar las emociones de los personajes. Cada plato preparado por Tita, su inolvidable protagonista, está impregnado de sus sentimientos más profundos, transmitiendo amor, dolor o desesperación a quienes lo prueban. Esta conexión entre la comida y las emociones es un elemento central que añade una suave capa de complejidad a la vez que de realismo a la historia. Desde luego una conexión que integra mágicamente entre sus páginas auténticas lecciones de vida para todo y para todos en cualquier momento y circunstancia. La que rememoré anoche fue “la teoría de las cerillas”.

La teoría de las cerillas. Todo un símbolo de transformación

Decía así:

    « Mi abuela tenía una teoría muy interesante, decía que, si bien todos nacemos con una caja de cerillos en nuestro interior, no los podemos encender solos, necesitamos, como en el experimento, oxígeno y la ayuda de una vela. Sólo que en este caso el oxígeno tiene que provenir, por ejemplo, del aliento de la persona amada; la vela puede ser cualquier tipo de alimento, música, caricia, palabra o sonido que haga disparar el detonador y así encender uno de los cerillos. Por un momento nos sentiremos deslumbrados por una intensa emoción. Se producirá en nuestro interior un agradable calor que irá desapareciendo poco a poco conforme pase el tiempo, hasta que venga una nueva explosión a reavivarlo.

     Cada persona tiene que descubrir cuáles son sus detonadores para poder vivir, pues la combustión que se produce al encenderse uno de ellos es lo que nutre de energía el alma. En otras palabras, esta combustión es su alimento. Si uno no descubre a tiempo cuáles son sus propios detonadores, la caja de cerillos se humedece y ya nunca podremos encender un solo fósforo.

     Si eso llega a pasar el alma huye de nuestro cuerpo, camina errante por las tinieblas más profundas tratando vanamente de encontrar alimento por sí misma, ignorante de que sólo el cuerpo que ha dejado inerme, lleno de frío, es el único que podría dárselo. […]

     Por eso hay que permanecer alejados de personas que tengan un aliento gélido. Su sola presencia podría apagar el fuego más intenso, con los resultados que ya conocemos. Mientras más distancia tomemos de estas personas, será más fácil protegernos de su soplo. […]

     Hay muchas maneras de poner a secar una caja de cerillos húmeda, pero puede estar segura de que tiene remedio. […]

     Claro que también hay que poner mucho cuidado en ir encendiendo los cerillos uno a uno. Porque si por una emoción muy fuerte se llegan a encender todos de un solo golpe producen un resplandor tan fuerte que ilumina más allá de lo que podemos ver normalmente y entonces ante nuestros ojos aparece un túnel esplendoroso que nos muestra el camino que olvidamos al momento de nacer y que nos llama a reencontrar nuestro perdido origen divino. El alma desea reintegrarse al lugar de donde proviene, dejando al cuerpo inerte…

     Desde que mi abuela murió he tratado de demostrar científicamente esta teoría. Tal vez algún día lo logre… »

chocolate caliente

«Como agua para chocolate», un viaje a través de los sentidos

“Como agua para Chocolate» es mucho más que una simple novela; es un viaje sensorial que nos sumerge en un mundo de pasión, tradición y liberación. A través de su narrativa evocadora y su profundo simbolismo, Laura Esquivel nos ofrece una mirada única a la complejidad de las relaciones humanas y la búsqueda de la felicidad en medio de la adversidad.

Así que, cuando te sumerjas en sus páginas recuerda que estás explorando y viviendo no solo una historia, sino también un universo de emociones y significados ocultos que esperan ser descubiertos. ¿Estás listo para dejarte llevar por la magia Laura Esquivel?

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