Nikkō, la «luz del sol» de Japón
En Nikkō, conjunto de templos y santuarios Patrimonio de la Humanidad
Hoy viajamos hasta Japón con la idea de visitar la ciudad de Nikkō, un centro religioso y turístico muy visitado. Poco antes de llegar al siglo XXI, esta localidad fue inscrita por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad. El conjunto de templos y santuarios, los balnearios, el rio, su puente… Un lugar al que no le falta detalle de historia.
En Asia hay algo místico que lo matiza todo. Algo como religioso diría, pero en el ámbito monástico más que nada. Y ese algo que flota en el ambiente, por todos lados, esta cimentado de creencia, fe, de respeto y continuidad a las tradiciones más ancestrales. Santuarios, Templos, Templetes… todo tiene un halo de sacro, con toque asiático. Vidas contemplativas en plena naturaleza, en pleno Nikkō. Hay que visitar la ciudad de Nikkō
El Shinkyo es “el puente de los dioses” o “puente sagrado”.
Por él se accede al complejo de templos, al parecer, más grande e importante de Japón. De hecho, este lugar es sagrado para dos mundos religiosos de idiosincrasia diferente. El budismo, esa disciplina metafísica y espiritual, con dogmas “especialmente” atribuibles a Buda. Y para el sintoísmo, cuyas pautas son; ni escrituras ni dogmas. Una maravillosa mitología, dioses encarnados en la majestuosidad de la naturaleza, y una práctica muy arraigada a los ancestros.
Las historias dicen muchas cosas en Nikkō
Dicen que durante muchos años por este puente , no estaba permitido el pasa. En realidad solo la muchedumbre tenía vetado el paso, había privilegiados pudientes que sí podían pasar por él. Afortunadamente, a principios de siglo se habilitó su acceso, y previo pago, comenzaron a permitir atravesar una de las tantas joyas arquitectónicas con las que cuenta Japón, Patrimonio de la Humanidad.
Cuentan que cuando aún no eran ni los años 1000, el sacerdote budista Shodo Shoin, se encontró con un insalvable problema. Él quería orar por el pueblo en la montaña Nantai, pero era un reto cruzar el río Daiya, y no morir. Hablan las voces hechas de leyenda, que hubieron dos serpientes, y que se unieron para formar un puente… hablan las mismas voces de Dioses y de milagros, de un mágico puente, y de santuarios. Hay visitar la ciudad de Nikkō en Japón