¿Sabías que...?

8 tips para identificar al “Amor verdadero”

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Seguro que habrán oído hablar sobre el “Amor verdadero” pero… ¿Qué es? ¿Existe realmente? ¿Sabrías definirlo?

Creo que todos, en algún momento de nuestras vidas hemos deseado este tipo de amor y todo lo que lo envuelve. Y probablemente, si alguien nos pregunta, no sepamos ni definirlo con palabras concretas sino con una lista interminable de cosas (utópicas o no) que anhelamos. Lo que sí puedo afirmar es que sólo “quien lo probó, lo sabe”, como diría el poeta.

Está científicamente demostrado que existen muchos tipos de amor. El romántico, el posesivo, el que se basa en la atracción, o en la amistad, … pero definir exactamente qué y cómo es el “Amor verdadero”, no es tarea fácil. Es más, si digo que es un compendio en sí mismo de todos esos tipos de amor, probablemente no ande muy desencaminada. Una combinación basada en la comprensión mutua, en la madurez, donde existe un compromiso auténtico, firme, inamovible, …

Hoy traemos a la Mirilla algunos tips que hemos recopilado para tratar de identificarlo.

1. El origen del amor verdadero está en el amor propio

Totalmente cierto. Para querer a alguien primero tenemos que querernos a nosotros mismos. Muchas veces tendemos a “enamorarnos del amor”. Nos fabricamos un ideal como reflejo del amor romántico que, consecuentemente, nos mete en montañas rusas emocionales, nos lleva a relaciones dependientes, a pérdidas de autoestima, … Así que, para que esto no suceda, para amar libremente y sin dependencia debemos valorarnos a nosotros mismos primero.

2. El auténtico “AMOR”, requiere amar sin condiciones

Probablemente existan cosas de nuestra pareja que no nos gusten. Eso es hasta normal. Pero esas diferencias son las que hacen grande al amor, lo completan y lo complementan. Si sólo amamos lo que nos gusta de la otra persona, si la idealizamos, a nuestra relación siempre le faltará algo, estará incompleta, es más, viviremos en una mentira. Por tanto, es, diría yo que, «vital», aceptar a la otra persona con sus fallas, sus aciertos, sus virtudes, sus errores, sus luces, sus sombras,… su «todo».

3.  Valora a la otra persona por quién es y no por lo que te aporta

Tiene esto también mucho que ver con el primer punto. Tenemos que conocernos, cuidarnos y querernos a nosotros mismos para no llegar al punto de necesitar que el otro solape o elimine nuestras carencias. Esa necesidad genera dependencia. Y está claro que, si juntamos dependencia con amor, pueden originar juntos una explosión altamente destructiva.

4. Ser una pareja perfecta no significa “no tener problemas”, sino “saber solucionarlos”

Solemos tener la creencia (errónea, desde mi punto de vista), de que para que el amor sea verdadero, real y funcione no deberían existir discusiones, diferencias, retos,… Sin embargo, nada más lejos. En realidad, la pareja perfecta es la que es capaz de resolver los problemas con bases firmes de respeto, compromiso y estabilidad. No hay que coincidir en todo, pero sí tener unos valores conjuntos en pro de un proyecto común, comprendiendo y aceptando esas diferencias.

5. El amor verdadero se va construyendo. No surge de la nada.

¿Amor a primera vista? Descartado usar esa esa expresión para aludir al «Amor verdadero». Este tipo de amor hay que construirlo segundo a segundo, día a día, sobre la base de unos cimientos firmes. Unos cimientos basados en la comunicación, el apoyo, el reconocimiento y el cariño verdadero, la escucha sincera y empática, los diálogos abiertos,… Sólo así lograremos construir un equipo, una complicidad,… un «Amor».

6. Para “Amar” de forma “plena” tienes que tener claros tus límites emocionales

Si queremos una relación sana y con unos cimientos estables y fuertes, ésta no debe estar basada en condiciones o en balanzas inclinadas de poder. No podemos renunciar a nuestros valores ni ceder al abuso, al engaño, a la manipulación emocional, al maltrato, … más cercanos, sin duda, a la falta de respeto, a la falta de ese “Amor”.

7. El “Amor verdadero” no es control ni dominio, sino libertad y confianza.

Tanto el victimismo como los reproches para justificar malas acciones o malas palabras lo único que hacen es arrastrarte a un bucle sin fin de negatividad que teñirá la relación de oscuridad y desconfianza. La clave está en respetar y dejar ser quien es a la otra persona. Sólo así crecerán ambos como personas haciendo equipo en pro de ese proyecto común.

8. “Si el amor te aprieta, no es de tu talla”

Debemos saber cuándo es hora de decir adiós y dejar marchar al otro. Cuando el amor duele, nos hace daño… Cuando la relación nos obliga a no ser nosotros mismos, a callar ante la ofensa, a solapar cada desilusión, … lo mejor es dejarla ir, básicamente para poner a salvo nuestra dignidad y, por supuesto, debemos estar preparados para ello.

….

Hasta aquí nuestra lista de hoy. Seguro que hay más… ¿Te identificas con ellos? ¿Podrías decir que has conocido el “Amor verdadero”?

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