Cultura

La ropa desgastada y rota una moda que llegó para quedarse

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El mundo de la moda y su evolución brutal, casi un cambio de paradigma. Un giro  cultural  «mundializado», las personas han destronado sus gustos por endiosar otros muy diferentes. Se entendía la moda como un universo perfecto, ahora la gente se viste de manera imperfecta. Ropa desgastada, rota, vieja, y de moda… Pero no crean, esos trapitos ajados, lejos de lo que pudiera parecer, no son para personas poco pudientes, la moda se paga cara.

Decía Georg Simmel (sociólogo alemán)  que la moda es solo una herramienta, una que las personas usan para convertirse fácilmente en miembros del grupo, evitando así la angustia de la elección.

La ropa rota y desgastada ya apareció en siglos pasados

Si nos vamos hacia atrás en la historia tenemos que  llegar hasta el siglo XIII, para encontrar la primera moda de ropa rota, rasgada. Se sucedió en Inglaterra, donde, curiosamente, cuatro siglos después se decretó la prohibición para portar prendas rasgadas. El motivo no era otro que el miedo a que el descuido en el vestir los llevara a ser un mísero pueblo. De ahí a los años 70 del siglo pasado, se corre un tupido velo sobre la ropa rota, como moda (como imaginaran, la gente con menos poder adquisitivo la siguió usando).  

Fue en Londres donde la madre del punk, la señora Westwood, reavivó la llama de la moda fuera de estándares, en 1971. La tienda llamada «Let it Rock» fue el principio de aquel fuego que ardería toda su vida vivamente. Ropa diferente entre cuyos rasgos andaba entremezclada también, la moda de la ropa rota. El look  grunge o punk como señero de un amplio abanico de tendencias prêt-à-porter para la calle, y hasta para ese prêt-à-porter usado para marcas de lujo.

Hubo un tiempo en que la ropa rota se zurcía   

Cuando era pequeña vi muchas veces a mi madre zurcir ropa. Aquellos pantalones que perdían las rodillas tras las andanzas juveniles. O los codos, que eran de lo primero en romperse en los abrigos. Se zurcía por donde hiciera falta. La necesidad hacía que hubiera que conservar aquella pieza de ropa el mayor tiempo posible. Por aquel entonces zurcir la ropa era el  recurso más socorrido, para la gente con menos recursos.

Pero es que si nos vamos un poco más atrás, en la época de mis abuelos, en los años 30 del siglo 20, zurcir la ropa era también un recurso usado por todo el mundo. La diferencia entre ricos y pobres era, que a estos últimos la ropa no se las zurcía nadie. Y digo por aquel entonces, porque es que ahora no se zurce, y el recurso más usado por las personas con menos economía, es comprar ropa lo más barata posible.

Del zurcido al «roto» como moda 

Hace unos 20 años aproximadamente, viví una experiencia que viene perfectamente al caso. Un día estando yo de almuerzo en un restaurante, entró un viejo conocido mío. No venía solo. Venía acompañado por un joven del que llamaba poderosamente la atención, sobre todo, su ropa. Sobre un pantalón vaquero raído y lleno de rotos e hilachas, caía como casualmente una camiseta, también algo ajada y bastante arrugada. Al cabo de hablar con mi amigo me contó de Marco. Para mi sorpresa era el hijo de un adinerado empresario italiano. Yo no daba crédito. Pero este amigo, acostumbrado a los viajes por su trabajo, con una leve sonrisa puesta me dijo: -¡no te asustes, más bien acostúmbrate! Es la última moda en Italia.-

La moda de la ropa rota y con «falso mal acabado» que tanto gusta

De aquel principio de siglo hasta ahora, la ropa ha seguido perdiendo hilos. A la idea de la ropa rota se le siguen sacando hilachas, tantas que a veces no parece ni ropa. Esto pasó de ser moda a establecerse como una tendencia que vino para quedarse. Postureo puro y duro a lo pobre, jugando a ser indigente, pero solo para los que tienen dinero. La gente se aburre de estilos metódicos. Quieren que la industria de la moda se estruje el cerebro y se reinvente sin límites, y el público comprará, sin pensárselo, todo lo que sea «fashion».

Modas, modistas y modistos, estilos, creencias, culturas, creatividad…

Creo realmente que la ropa, la moda, es una de las piezas clave de nuestra historia… La ropa en cada época y lugar, es un vislumbre de las personas. Cada diseño creado en el tiempo ha ido superando los ya establecidos, rebasando los limites.

Se ha creado el mundo «fashion», todo glamour y estilo. O incluso el universo «chic» cuando lo refinado y sofisticado no tiene techo. Existen muchas tribus sociales que se identifican con una vestimenta. El color de la ropa nos representa cuando estamos de luto, pero también cuando estamos alegres. Le damos mucha importancia a la vestimenta en nuestros eventos más significativos…

“Pocos lo recuerdan pero la primera colección que presentó en público Hussein Chalayan estuvo meses enterrada en el jardín de un amigo para que las prendas se oxidaran. Kawakubo, Westwood y Margiela son seguramente algunos de los diseñadores que mejor han entendido e integrado en sus colecciones la imperfección hecha a conciencia.”

La moda y las tendencias: importantes para el ser humano, devastador para el planeta Tierra

Está claro que la moda, la ropa, el estilo,.. es importante, nos representa, nos hace sentir más o menos seguros, nos da satisfacción, nos cambia los paradigmas… Sin embargo, esto que a priori es tan bueno para el ser humano, paralelamente le sale muy caro a este planeta Tierra, pero que muy caro. Es innegable. Cada uno que decida cuánta ropa verdaderamente necesita, y hasta donde está de acuerdo en cómo se fabrica esa ropa. Mientras tanto, los datos hablan por sí solos.

  • Al año se fabrican 62 millones de toneladas de ropa y complementos.
  • 800.000 mil toneladas de ropa van a la basura en el mundo cada año.
  • Tiramos a la basura un 811% más de ropa que en 1960.
  • La industria textil solo recicla el 20% de la ropa que produce.

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