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Los efectos positivos del estrés

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Siempre que se habla del estrés, se suele asociar con aspectos negativos por lo que genera, por lo que nos produce… Siempre relacionado con una situación o experiencia incómoda, duradera en el tiempo o no, que desearíamos que pase lo más rápido posible para volver a nuestra ansiada tranquilidad. Sin embargo, esta es una concepción bastante simple, muy “de andar por casa”. Está claro que, como todo, si el estrés existe (hasta en los animales) es por algo, y según lo demuestran múltiples estudios, no todo negativo. Hoy dedicaremos este espacio en la Mirilla a los efectos positivos del estrés, que, aunque pueda parecer lo contrario, los tiene.

De qué manera puede beneficiarte el estrés

El estrés, como acabamos de decir, existe por algo, como todo. Su razón de ser está en que actúa básicamente como un mecanismo de adaptación al medio, en una determinada circunstancia o momento. Y es que cuando lo estás sufriendo, esa sensación de “estar en tensión”, te predispone a estar más activo, más alerta para reaccionar ante cualquier eventualidad que pueda ocurrir o no. Pero a la vez esa digamos “ansiedad” por volver a un estado de tranquilidad y armonía contigo y con el mundo es la que le da el matiz negativo. Pues es en este momento cuando tu cuerpo y tu mente pueden experimentar una sobrecarga al verse superados por la situación. Sobrecarga que puede influir en ti a nivel físico, psicológico y hasta social, de forma negativa.

La clave está en gestionar esas emociones y sentimientos que nos produce la situación de estrés de forma adecuada. Si logramos verlo como un reto que podemos conseguir y que podemos llevar a cabo perfectamente, en vez de como un obstáculo en nuestro camino, conoceremos esa parte beneficiosa.

Y es en esta cara “B” que a veces resulta casi imposible descubrir donde podemos conocer esos importantes efectos positivos del estrés. Veamos algunos de ellos.

Efectos positivos del estrés

1. El estrés puede potenciar nuestra creatividad

Dicen por ahí que de las situaciones de crisis es de donde salen las grandes ideas. Y el dicho es cierto. La necesidad de buscar soluciones para resolver el reto que nos supone esa situación de estrés puede servir de estímulo para que se desarrolle la creatividad y la innovación.

2. Puede constituir una importante fuente de motivación

Cuando estamos en una situación de estrés, es ese mismo estrés el que nos impulsa a la acción y nos da la fuerza física y mental para cambiarla. El simple recordatorio constante de que hay que hacer determinadas cosas que son “importantes” para nosotros, constituye el impulso que necesitamos para que las terminemos haciendo. Es más, lo más probable es que sin ese cierto nivel de estrés perdamos la motivación para llevarlas a cabo.

3. Mejora el aprendizaje y la memoria

Es un hecho que hay quien, en la adversidad, se crece. Y en esta línea, seguro que has oído hablar de gente que rinde más bajo presión ante un examen por ejemplo o ante una entrevista de trabajo. Esto tiene bastante de cierto. Según algunas investigaciones, el pico de estrés que se produce en una circunstancia de tensión corta en el tiempo actúa sobre la parte del cerebro que controla la emoción y el conocimiento. Estimular ésta, conlleva que aumente la atención y la capacidad de retención a corto plazo.

En consecuencia, el estrés ocasional contribuirá a la mejora del aprendizaje, la concentración y la memoria de forma temporal, en lo que dura la situación de tensión. Está claro que, en este caso, si el nivel de estrés fuera excesivo, como en todo, este efecto positivo no se dará. Es más, se produciría el efecto contrario, provocando en consecuencia, la disminución del rendimiento.

4. El extrés puede tener efectos positivos para nuestro sistema inmunológico

Según algunas investigaciones científicas cuando el cortisol (la hormona del estrés) se libera, se refuerza nuestro sistema inmunológico. El cuerpo responde a esa situación de estrés preparándolo para un “ataque” o una infección reforzando sus defensas. Claro está que hablamos de una situación de estrés moderado. Un estrés excesivo podría producir una sobrecarga de esa hormona y tener efectos contraproducentes para la propia salud.

5. Ayuda a mejorar las relaciones y contribuye a ser más sociable

El estrés, además, según algunos estudios, aumenta los niveles de oxitocina (también llamada, la hormona de los abrazos), algo muy beneficioso para quienes están aislados socialmente. En situaciones de tensión la liberación de esta hormona nos mueve a buscar ayuda y compartir los sentimientos con los demás. De esta forma, no sólo alivias la propia tensión que te genera el estrés sino que haciendo partícipe a otros, lo afrontas de manera más eficiente, aprendes cómo se enfrentan los demás al mismo problema y ello te dará otras perspectivas para enfrentarlo tú. En este sentido, el estrés te ayudará a fortalecer tus relaciones con los demás y a mejorar tu predisposición a las relaciones sociales.

6. El estrés nos ayuda a detectar nuevas oportunidades

El estrés suele aparecer al enfrentarte a situaciones que desconoces, que conoces poco o ante las que tienes poca experiencia. Siendo así, cuando dejas de percibir el estrés como un obstáculo o amenaza y aprendes a canalizarlo puedes aprender también a aprovechar sus beneficios convirtiéndolo en un escaparate pleno de nuevas oportunidades. Se abre ante ti un mundo de posibilidades para adquirir nuevos conocimientos, aprendizajes y reforzar otros que será, sin duda, bastante enriquecedor.

7. Aumenta la sensación de tener control sobre ti mismo

En situaciones de estrés, aumentan esas ganas de tomar las riendas de tus actos, de todo lo que tienes que hacer, en vez de delegar en otros la responsabilidad. Y este control, además de llevarte a tener mejores resultados, puesto que tu eres el que mandas y manejas, también te servirá para tu propio aprendizaje ya que tendrás que enfrentarte a nuevos retos y decisiones.

Está claro que los beneficios del estrés son muchos. Estos son sólo algunos y muchas veces no somos capaces de verlos cuando estamos en el fragor de la batalla. Y bueno, ello no quiere decir que tengas que perseguir situaciones límite para obtenerlos. Hay que tener en cuenta que todo en exceso es malo, y someterte a ti mismo a una situación de estrés de forma prolongada en el tiempo puede afectarte no sólo a tu salud física sino mental.

Así que recuerda siempre que lo óptimo, lo ideal, es intentar controlar y gestionar de la mejor manera y de forma plenamente consciente los efectos de cualquier situación estresante. Sólo así, podrás conocer y obtener los efectos positivos del estrés para ti y para tu salud.

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